El comisionado para el Autogobierno, Fernando Ríos, aseguró este jueves en Madrid que si Repsol hallara petróleo o gas en los sondeos exploratorios que tiene previstos dentro de pocas semanas en Canarias, en los próximos años “habrá 35 pozos de petróleo y 15 de gas” frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura y “no se podrá evitar, porque tiene derecho a sacarlo” según la vigente Ley de Hidrocarburos, por lo que “no es cierto que esto vayan a ser dos o tres pinchacitos como algunos quieren difundir; nos jugamos mucho más”.
Esa fue la aseveración más llamativa del debate a tres que la noche del pasado jueves tuvo lugar en la Casa de Canarias en Madrid, en torno a las prospecciones de Repsol, entre Ríos, el senador del Partido Popular por Santa Cruz de Tenerife Antonio Alarcó y la directora general de Industria del Gobierno regional, Maria Antonia Moreno.
Poco antes del debate, Ríos dijo, al ser abordado por la televisión autonómica, que estaba convencido de que podrá celebrarse la consulta que el Gobierno regional ha proyectado para el 23 de noviembre próximo, ya que “los tribunales solo nos pueden dar alegrías” y aunque el Tribunal Constitucional puede suspenderla cautelarmente “si no es ahora se celebrará más tarde”.
Y es que aunque en el encuentro ante algo más de 30 residentes canarios en Madrid -y que sirvió de colofón a un ciclo de conferencias que tuvo lugar en primavera y en la que participaron los distintos actores implicados- se habló de muchas cosas, sobre todo a preguntas del público, lo cierto es que pocas fueron novedosas y toda la sesión estuvo bastante marcada por la palpable tensión entre Ríos y Alarcó, separados físicamente por la socialista Moreno en la pequeña mesa en la que se desarrollaron sus intervenciones. Una tensión que cuando se hizo más explícita obligó en varias ocasiones al presidente de la institución, Rafael Machado, a dirigirse seriamente a ambos desde su papel de moderador para poner paz y evitar que la cosa pasara a mayores.
“No me interrumpas, Fernando, que yo soy un tipo muy educado o que por lo menos pretendo serlo”, le espetó Alarcó al nacionalista cuando, ya muy avanzado el debate, intentaba responder a las preguntas de un miembro del público sobre la relación entre la consulta que proyecta el Gobierno regional y el reciente artículo de Rivero reclamando una soberanía compartida.
“Que no te metas en eso, Antonio, que tú eres médico y no sabes”, interrumpía por enésima vez Ríos a Alarcó unos segundos después, provocando el estallido deinitivo de éste: “A mí tú no me faltas aquí al respeto” clamó alzando la voz el cirujano tinerfeño bastante alterado y provocando en la mesa un pequeño revuelo que Machado trató de resolver reclamando a ambos que dejasen las “trifulcas personales” para otro momento.
La verdad es que la escena se había repetido ya varias veces, con Ríos haciendo perder los nervios a Alarcó, gracias a esa particular habilidad suya de niño malo irónico y chinchoso que tantos réditos políticos le ha dado, y Machado llamando al orden a ambos.
La obsesión por el “respeto” de Alarcó incluso llevó a uno de los más conspicuos socios de la Casa, el historiador Agustin Guimerá, a clamar en un momento dado: “¡Pero si aquí no se está faltando al respeto a nadie!”
Mientras, la directora general de Industria, Maria Antonia Moreno -se había anunciado la presencia de la consejera Paquita Luengo pero razones de agenda, que bien podrían estar relacionadas con las primarias de los socialistas canarios, le impidieron asistir-, flanqueada por los dos gallos de pelea que tenía a los costados, ponía cara de póker en mitad del fuego cruzado antes de exponer sus argumentos con puño de hierro en guante de seda.
“Repsol siempre tendrá derecho a vender el petróleo que extraiga donde quiera, por lo que es falso que se vaya a reducir la dependencia energética”, enfatizaba Moreno,“y ni siquiera tiene por qué contratar a las refinerías que hay en Canarias como se empeñan en decir”.
El Power Point de Alarcó
Antes, el senador del PP había sacado un power point para explicar la postura del Gobierno de Rajoy y Soria. Le costó hacer uso del artilugio, ya que el galimatías técnico en que se enredó el personal de la casa para que funcionara recordó a otro memorable escena protagonizada hace ya bastantes años por el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, al liarse con un teléfono fijo que no paraba de sonar, mientras intentaba dar una rueda de prensa como presidente de la FECAI. Pero finalmente el artefacto funcionó y el senador pudo lanzar su mensaje no solo de viva voz sino proyectándolo en una pantalla: “el dilema entre el petróleo y el turismo es falso” dijo tras insistir en que el riesgo de que haya un vertido es, según diferentes informes avalados por la administración de 0,0000282 por ciento. Además, Alarcó dejó alguna que otra perla: “la verdad no siempre es democrática, a veces sí y a veces no” y “no hay desarrollo sin algún riesgo”.
Ríos insistió en que estudios del Gobierno regional elevan ese riesgo al 3 por ciento y en que en caso de hubiera un vertido como el del Golfo de México supondría “la ruina” para el Archipiélago, al tiempo que llamó la atención por los declaraciones de impacto medioambiental negativo que la administración dio este miércoles a proyectos de sondeos frente a las costas de Málaga.
A preguntas de los asistentes sobre el sobrecoste de la producción de energía en Canarias, que los habitantes del resto de España deben sufragar, María Antonia Moreno dijo que “también los canarios deben soportar el coste de la moratoria nuclear y del carbón” y, tras apostar varias veces por las energías renovables, incrementando su peso en el mix energético, insistió en que la extracción de petróleo no resolvería la dependencia del exterior.