El buque que la compañía Repsol tiene previsto utilizar para realizar las prospecciones en aguas próximas a Canarias estuvo al borde de provocar un desastre ambiental frente a las costas de Namibia hace menos de un mes.
Según afirma la agencia de comunicación Offshore Energy Today, especializada en la distribución de noticias para la industria petrolera, “el buque Rowan Renaissance tuvo que abandonar apresuradamente las operaciones en la boca del pozo para evitar un desastre ambiental”. Al parecer, problemas con el mecanismo de prevención de blow-out obligaron a interrumpir el trabajo a los pocos días en un segundo pozo.
“No es raro encontrarse con problemas técnicos con nuevos equipos y, en particular, con el mecanismo de prevención de blow-out a bordo de un barco de prospección nuevo como el Rowan Renaissance”, según afirmó el responsable de Tower Resources, propietaria de un 30% de la concesión de los permisos de exploración en ese bloque del Atlántico sur. Repsol posee un 44% y Arcadia un 26%.
El Cabildo de Lanzarote denuncia “los reiterados engaños y la irresponsabilidad manifiesta” de Repsol, del Ministerio de Industria y del Ministerio de Medio Ambiente, por impulsar perforaciones de alto riesgo frente a las Islas Canarias contra el rechazo rotundo de la población y de las instituciones canarias, “ocultando la magnitud de los impactos y de los índices de riesgo”.
Hace una semana, el secretario de Estado, Federico Ramos, aseguró que la probabilidad de que pueda ocurrir la peor incidencia, es decir, un escape de petróleo en forma de marea negra en los sondeos exploratorios de Canarias, estaría entre el 0,00045% y el 0,000028%.
A continuación, el secretario de Estado, uno de los responsables de haber autorizado a Repsol los sondeos en Canarias, añadía que “nunca ha ocurrido ningún accidente en los 267 sondeos de pozos llevados a cabo en España hasta 2011”, pero “no citó los cerca de 7.000 derrames de Repsol entre 2006 y 2010, ni los accidentes que recientemente ha sufrido la petrolera en Alaska, Tarragona o Perú”, precisa el Cabildo.
Para la institución insular, el entramado tejido entre Repsol, el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Industria “trata de configurar un escudo para ocultar a la población canaria los verdaderos riesgos de las operaciones de Repsol en su empecinado intento de perforar frente a las islas”.
“Nadie nos va a obligar nunca a participar en una ruleta rusa para comprobar si el desastre nos toca a nosotros tras 267 sondeos en los que el secretario de Estado afirma que no ha pasado nada. Yo le pregunto a este señor y le pregunto a Repsol: si algo sale mal, ¿quién va a sufrir las consecuencias? ¿Los directivos en Madrid?, ¿El ministro Soria, la ministra de Medio Ambiente? No, en caso de que algo salga mal, quien pagará las consecuencias será nuestra tierra, nuestro océano, nuestra gente y nuestro turismo,” afirmó el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés.
En informes elaborados por Repsol en 2013 se refleja expresamente que la petrolera apuesta por el uso del Rowan Renaissance para garantizar la “máxima seguridad”, pero al tiempo indica que, como el número de unidades de este tipo de barcos en el mundo es muy bajo, la petrolera no descarta el uso de plataformas convencionales en las operaciones en Canarias.