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Los talibán que abandonan los combates reciben 116 euros y se les concede una amnistía

LONDRES, 27 (EUROPA PRESS)

Los talibán que abandonan la insurgencia reciben 100 libras mensuales (116,6 euros), pueden conservar sus armas y se les otorga una amnistía total, en el marco de un programa de “reintegración” impulsado por los británicos para tratar de detener los sucesivos ataques contra la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF).

El acuerdo, que goza del pleno apoyo de la OTAN, pretende facilitar a los combatientes “el abandono del campo de batalla” y entrar en un programa de “reintegración” que les permita volver a sus comunidades de origen con “dignidad y honor”.

Aunque este programa no implicará el sometimiento a interrogatorios, sí estipula un cuestionario obligatorio en el que el miliciano deberá esgrimir las razones que le llevaron a engrosar la insurgencia.

Desde octubre de 2010, más de 2.700 combatientes han sido reintegrados en Afganistán y unos 800 están “mostrando interés en abandonar las filas talibán”. Hasta el momento, ha dicho, “solo cinco han vuelto al a insurgencia”.

Como resultado de esta política, en el norte de Afganistán, unos 900 talibán han abandonado la insurgencia y, por ende, la violencia ha descendido un 30 por ciento.

En una entrevista concedida al diario británico 'The Sunday Telegraph', el director del Cuerpo de las Fuerzas Conjuntas para la Integración en Kabul, el comandante general David Hook, ha admitido que este programa no gozará fácilmente de la aprobación de las familias británicas que han perdido a algún ser querido en la guerra y ha insistido en que la “reintegración” es vital para que se logre la paz.

MEDIDAS NO EXENTAS DE POLÉMICA

La amnistía que se les concede abarca tanto la implicación en ofensivas insurgentes como los crímenes más atroces. Al respecto, Hook ha reconocido que horrendos delitos que, en su opinión, “son difíciles de olvidar”.

“Aceptamos grandes números de combatientes del IRA en nuestras sociedades porque queríamos paz en Irlanda del Norte y esto no es diferente en Afganistán”, ha argüido.

El programa, de tres meses de duración, se centra en la “eliminar el adoctrinamiento” mediante la enseñanza de valores y conductas del buen ciudadano. Durante dicho periodo, los combatientes reciben los 116 euros, aunque, para su admisión, pasan “varias semanas de negociaciones, mientras que (los milicianos) tratan de romper los lazos que le unen a la insurgencia”.

No obstante, Hook deja entrever que “las expectativas que despertó el programa indicaban unos resultados más exitosos de lo que han sido y esto es uno de los mayores retos a los que se hace frente”.

El plan, que fue diseñado por expertos con larga experiencia en Irak, “es un proceso lento que en ocasiones alcanza un punto crítico”, comenta en la entrevista.