No hay acuerdo para reducir a la mitad las emisiones de efecto invernadero

Los países que se reunirán a partir de este miércoles en la ciudad italiana de L'Aquila no habrían acordado fijar una meta para reducir en un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2050, de acuerdo con el borrador de un documento elaborado antes de las conversaciones, un hecho que supondría un revés a los esfuerzos por asegurar un nuevo pacto del cambio climático.

Las negociaciones que implican a los responsables de las 17 mayores economías fracasaron este martes por la noche después de que China e India se opusieran a realizar cualquier mención a este objetivo, según declaró una fuente.

Primero quieren ver a los países ricos comprometerse para hacer profundas reducciones en sus propias emisiones en 2020 y quieren que los países desarrollados elaboren planes para dar a las naciones en vías de desarrollo ayudas financieras a corto plazo para ayudarlos a soportar más inundaciones, calentamiento, tormentas y el aumento de los niveles del mar, según esta fuente.

Los dirigentes han estado intentando sentar las bases para la cumbre del Foro de las Principales Economías sobre Energía y Cambio Climático, que estará presidida por el presidente estadounidense, Barack Obama, y el presidente italiano, Silvio Berlusconi, que también preside el G-8.

La retirada de esta referencia a la reducción de emisiones de efecto invernadero supone un golpe para los esfuerzos por alcanzar un nuevo acuerdo sobre el clima el próximo mes de diciembre. Los países que componen este Foro suman el 80% de las emisiones de estos tipos de gases, que surgen en gran medida por la combustión de combustibles fósiles.

Por otro lado, un borrador del acuerdo final que alcanzará el G-8 al que tuvo acceso Reuters afirma que el aumento de las temperaturas mundiales no debería exceder los dos grados, algo que marcaría un gran avance por parte de los países de la Unión Europea para convencer a Estados Unidos, Japón, Rusia y Canadá de que el límite de dos grados celsius es el umbral necesario antes de que el cambio climático alcance niveles peligrosos.