Aquino ofrece amnistía a soldados que participaron en tres golpes de Estado

MANILA, 12 (Reuters/EP)

El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, ha ofrecido la amnistía a los soldados que participaron en tres golpes de Estado contra su predecesora en el cargo, Gloria Macapagal Arroyo.

Entre los cerca de 300 militares que se pueden beneficiar de la amnistía --que para que se pueda aplicar debe ser aprobada por las dos cámaras del Parlamento-- está Antonio Trillanes, que consiguió un escaño en el Senado en 2007, mientras estaba en prisión por su participación en un intento de golpe de Estado en 2003. Trillanes sigue bajo custodia militar y aún no ha podido ocupar su escaño.

La amnistía beneficiaría a los oficiales y soldados que tomaron el Hotel Oakwood, en Manila, en 2003, y el Hotel Península en 2007 y que participaron en otro golpe militar en una base de la Marina de 2006.

El portavoz presidencial Edqin Lacierda adelantó que más de la mitad de los miembros de la Cámara Baja y 17 de los 22 senadores respaldarán la amnistía. Aseguró que Aquino confía en que esta medida no desmoralizará a los soldados que no han participado en golpes de Estado y explicó que se trata de un gesto de reconciliación.

En opinión de Benito Lim, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Ateneo de Manila, esto es “un gesto político para ganarse al Ejército. ”Es bueno para él (Aquino) pero no tiene por qué ser bueno para las fuerzas de seguridad“, declaró.

Lim indicó que el presidente filipino está intentando evitar los problemas que representaron los soldados rebeldes para su madre, Corazón Aquino, cuando presidió el país (1986 y 1992) y también aprender de la experiencia de Macapagal Arroyo, conservando la lealtad de miembros clave del Ejército.

Durante su campaña electoral, Aquino se había comprometido a restablecer el buen gobierno y la confianza en el sistema judicial. Pero un día antes de ofrecer una amnistía a los golpistas, el presidente anunció que no se van a presentar cargos penales contra los policías y los responsables de las autoridades civiles que hicieron frente al secuestro de un autobús el pasado agosto. El intento de rescate se saldó con la muerte de ocho turistas de Hong Kong.