DUBAI, 3 (Reuters/EP)
El presidente de Siria, Bashar al Assad, vetó una propuesta de su Gobierno para alcanzar una solución pacífica al conflicto, después del doble atentado perpetrado el pasado mes de julio en Damasco, en el que murieron cuatro altos cargos, según ha revelado este martes a la cadena Al Arabiya el ex primer ministro sirio Riyan Hijab.
Hijab ha explicado que tras el doble atentado se dio cuenta de que no habría una solución militar, por lo que se reunió con varios altos cargos, entre ellos el vicepresidente del Gobierno, el presidente del Parlamento y el subsecretario general del Partido Baaz, para proponer a Al Assad un diálogo de paz.
“El presidente expresó su absoluto rechazo. Se negó a llevar a cabo cualquier diálogo con la oposición, dentro o fuera del país: 'no negociaré con una oposición dividida, no es una oposición patriótica, están armados', dijo”, según ha relatado el ex 'premier'.
“La respuesta de Al Assad fue un 'shock' para todos nosotros”, ha aseverado. “Yo perdí completamente la esperanza, especialmente días después, cuando el Ejército Libre Sirio se hizo con el control del 70 por ciento de Aleppo”, ha confesado.
Además, el ex mandatario ha criticado a la comunidad internacional por el fracaso en su intento de frenar el derramamiento de sangre, y ha augurado que los esfuerzos del enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, serán “una pérdida de tiempo”.
Por todo ello, Hijab ha considerado que la única opción es armar a los rebeldes. “El régimen está ganando tiempo, se lo he oído decir a Al Assad, por lo que no habrá más solución que la que están intentando conseguir los rebeldes. La solución vendrá por los hijos de Siria”, ha sostenido.
Hijab desertó el pasado mes de agosto, lo que supuso un varapalo para el Gobierno, ya que fue el primer alto cargo gubernamental en unirse a las filas rebeldes en señal de protesta por la violenta represión contra la población civil.
EL ATENTADO
El pasado 18 de julio dos bombas explotaron en la sede de Seguridad Nacional de Damasco, justo cuando se estaba celebrando la reunión de la cúpula militar del régimen sirio, acabando con la vida de cuatro altos cargos del Gobierno de Al Assad.
Las víctimas fueron el jefe de la Seguridad Nacional, Hisham Bekhtyar; el ministro de Defensa, Daud Rajha; el viceministro de Defensa y cuñado del presidente sirio, Assef Shawkat; y el general Hassan Turkmani, ex ministro de Defensa y ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.
Varios grupos opositores han reivindicado la autoría del doble atentado, entre ellos el Ejército Libre Sirio, la principal organización que combate a las fuerzas gubernamentales; Liwa al Islam (La Brigada del Islam) y el Batallón de los Halcones de Operaciones Especiales, dos formaciones insurgentes.