DIYARBAKIR (TURQUÍA), 19 (Reuters/EP)
Al menos 26 personas han muerto este martes --ocho militares turcos y 18 insurgentes kurdos-- como consecuencia de tres enfrentamientos armados entre el Ejército y las milicias del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste de Turquía, según un nuevo balance de fuentes de los servicios de seguridad.
Ocho militares murieron y 19 resultaron heridos a causa de los ataques simultáneos del PPK contra tres puestos de control militar. En los enfrentamientos posteriores, las tropas dieron muerte a 18 combatientes kurdos, según la oficina del gobernador de la provincia de Hakkari, fronteriza con el norte de Irak, donde se registraron los combates.
Los rebeldes lanzaron los tres ataques de forma coordinada con lanzagranadas y fusiles hacia las 5.00 horas (cuatro de la mañana en la España peninsular) contra los puestos de control militar, según fuentes de los servicios de seguridad.
El jefe de las Fuerzas Armadas, el general Necdet Ozel, se ha trasladado de urgencia a la región junto con los jefes del Ejército de Tierra y de la Gendarmería, según los medios turcos.
Tras conocerse el atentado, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha instado a los terroristas a dejar las armas, ya que nunca negociarán con los grupos armados. “Continuaremos nuestra lucha hasta el final y antes o después, triunfaremos en nuestra lucha contra el terror”, ha asegurado en México, donde se encuentra para la reunión del G-20.
El presidente, Abdulá Gul, ha condenado los ataques en un comunicado. “El grupo terrorista pretende sabotear la atmósfera de confianza y estabilidad y sigue con sus ataques sangrientos e inhumanos”, ha añadido.
Los milicianos del PKK probablemente habían atravesado la frontera desde el norte de Irak para atacar los puestos de control y se retiraron posteriormente a sus bases de retaguardia en el Kurdistán iraquí, según fuentes de los servicios de seguridad. Miles de combatientes kurdos se refugian en las regiones montañosas del norte de Irak, que les sirven de bases de operaciones para sus ataques en el sureste de Turquía, una región mayoritariamente kurda.
EL PARTIDO KURDO BDP PIDE EL FIN DE LOS ATAQUES
Selahattin Demirtas, presidente del partido kurdo Paz y Democracia (BDP), cuyos miembros suelen ser acusados de mantener lazos con el PKK, ha pedido a la guerrilla que acabe con las hostilidades.
“El PKK debe detener todo tipo de acciones armadas. El Gobierno también debería detener las operaciones militares. Demos una oportunidad a una salida política” al conflicto, ha señalado Demirtas. “Esta guerra debe acabar, las muertes deben acabar. No podemos quedarnos al margen y ver como los jóvenes se matan entre ellos”, ha añadido.
El PKK, considerado como grupo terrorista por Estados unidos y la Unión Europea, comenzó en 1984 una guerra de guerrillas y diversos ataques terroristas contra las fuerzas de seguridad turcas y ciudades del país en los que han muerto 40.000 personas.