PARÍS, 22 (EUROPA PRESS)
Las autoridades francesas han tomado el control de la refinería de Grandpuits, en el departamento septentrional de Sena y Marne, cuyo acceso estaba bloqueado desde hacía varios días por los huelguistas que se manifiestan contra la reforma del sistema de pensiones, una acción que se ha llevado a cabo “en nombre de los intereses de la defensa nacional”, según ha informado la Confederación General del Trabajo (CGT).
Aun así, los huelguistas han reiterado su voluntad de proseguir con los bloqueos. “Esto que acaba de pasar es extremadamente grave”, denunció el coordinador de la CGT en el grupo petrolero Total, Charles Foulard, ante los medios de comunicación, según informa la cadena de televisión TF1.
Otro miembro del sindicato añadió: “No estamos en guerra, no estamos en estado de sitio, el código de la defensa no se aplica en este caso”. Según TF1, junto a la refinería de Granpuits se había formado un 'cordón ciudadano' de unas 80 personas --vecinos de la zona y miembros de sindicatos y asociaciones-- para intentar impedir la acción de las autoridades.
Mientras, la entrada de petróleo y la salida de carburante continúan interrumpidas en once de las doce refinerías de Francia, según la CGT y la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT). En nueve de ellas, las actividades están paralizadas, incluida la de Dunkerque (norte del país), que no produce desde septiembre de 2009 y podría tener que cerrar definitivamente.
El grupo suizo Petroplus anunció este jueves su decisión de cerrar la refinería de Reichstett (noreste), y sólo la de Fos-sur-Mer (sureste) mantiene un funcionamiento mínimo, aunque la CFDT asegura que sus reservas de crudo, que se han visto reducidas a causa de la huelga en los terminales petroleros, sólo le durarán cuatro días mas.
Mientras, de los 219 depósitos de petróleo que hay en Francia, catorce siguen bloqueados por las protestas, y este jueves había 2.790 gasolineras con problemas para abastecer a sus clientes, frente a las 3.181 del miércoles, según ha indicado el ministro de Energía, Jean-Louis Borloo. En los departamentos de Eure (noroeste) y Sena Marítimo (norte), las autoridades han impuesto restricciones al consumo de carburante por parte de particulares, como ya ocurrió en Córcega.
Ante esta situación, el primer ministro, François Fillon, ha convocado a una reunión, este viernes por la mañana, a representantes del sector petrolero para analizar los problemas en la distribución de combustible.