NUEVA YORK, 11 (EUROPA PRESS)
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha expresado este miércoles su “profunda preocupación” por que “la espiral de violencia en Siria está creando un terreno fértil para el terrorismo y todo tipo de acciones criminales”.
En concreto, Ban ha condenado enérgicamente la serie de atentados que el pasado martes sacudieron Damasco: el primero, perpetrado con dos coches bomba contra la sede de Inteligencia de la Fuerza Aérea y, el segundo, al estallar una bomba en un suburbio capitalino.
A este respecto ha expresado su preocupación “por el destino de las personas que estaban detenidas en la sede de Inteligencia de la Fuerza Aérea”, ya que ha habido víctimas, pero las autoridades sirias no han detallado el balance, según ha informado el portavoz de Ban, Martin Nesirky, en un comunicado.
En este contexto, el secretario general de la ONU ha reiterado su “firme convicción” de que “el recurso a la violencia y a las acciones militares solamente conducirá a una mayor destrucción y, por tanto, a un mayor sufrimiento”, por lo que ha considerado que “la única solución posible es la política”.
Así, ha instado a todas las partes implicadas en el conflicto sirio a “trabajar estrechamente con el enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe a Siria, Lajdar Brahimi, para avanzar hacia una transición política”.
El pasado martes, Ban anunció que Brahimi iniciaría esta semana una gira regional que culminaría en Damasco, donde se reunirá con el presidente sirio, Bashar al Assad, para persuadirle de que declare un alto el fuego unilateral.
Si bien, el propio jefe de la ONU admitió que Al Assad era reacio a esta medida. “Su reacción fue: ¿Qué ocurrirá si ellos lo cumplen y las fuerzas de la oposición siguen combatiendo?”, dijo, al tiempo que reveló que estaba intentando conseguir garantías para ambos bandos.
Según Naciones Unidas, desde que comenzaron las protestas populares contra Al Assad, en marzo de 2011, más de 20.000 personas han muerto a causa de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y las rebeldes, mientras que 2,5 millones de sirios necesitan ayuda humanitaria urgente.