BRUSELAS, 2 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, expresó este viernes su plena confianza en la presidencia de turno de la Unión Europea que asume Bélgica tomando el relevo de España, a pesar de que el Gobierno se encuentra en funciones y el país no contará con un nuevo Ejecutivo federal al menos hasta el mes de octubre.
“Mi grado de confianza en Bélgica es del cien por cien”, respondió tajante Barroso en la rueda de prensa ofrecida junto al primer ministro belga en funciones, Yves Leterme, al ser preguntado sobre las implicaciones que la crisis política interna belga podría tener en los trabajos del semestre.
Barroso esgrimió que se trata de la duodécima vez que Bélgica tiene en sus manos la presidencia rotatoria del Consejo y que el país tiene una “intuición comunitaria que no tiene que demostrar”. “Yo diría que es casi natural para Bélgica tener la presidencia de la UE”, insistió el presidente del Ejecutivo comunitario.
En esta misma línea, enmarcó en un contexto de normalidad el periodo de transición alegando que también hay acontecimientos políticos en otros países de la UE y que todas las formaciones políticas belgas, de izquierda a derecha, tienen acreditada una “gran convicción europea”.
“No veo por qué tiene que ser un problema, cuando son cosas normales en democracia. En democracia tenemos elecciones. Si no tuviéramos elecciones estaría preocupado”, abundó Barroso. Así pues, garantizó que la Comisión trabajará “mano a mano” con la presidencia belga y que corresponderá a los “amigos belgas” resolver sus cuestiones de política interna.
El colegio de comisarios mantuvo este viernes su tradicional reunión con la nueva presidencia rotatoria del Consejo en el Palacio Egmont de Bruselas y durante el encuentro Leterme explicó que, debido a las particulares circunstancias políticas, los consejos sectoriales serán presididos por los ministros correspondientes que actuarán “en nombre de Bélgica y con plenos poderes” pese a tener el cargo en funciones.
PRIORIDADES
También reiteró las prioridades del programa de trabajo del semestre, que se inscribirán en la agenda europea ya iniciada por la presidencia española y se centrarán especialmente en mejorar la supervisión financiera, el gobierno económico de la Unión y reforzar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Sobre el paquete de supervisión financiera, Leterme informó de que habló este viernes con el primer ministro británico, David Cameron, para “actuar desde el principio” de forma que se pueda avanzar en el proceso de toma de decisiones en un asunto que suscita recelos en el que Reino Unido.
También se ha propuesto aprobar lo más rápidamente posible la patente europea, tema que la UE arrastra desde hace treinta años sin lograr un acuerdo. En cuanto a la tasa sobre las transacciones financieras internacionales, tanto Leterme como Barroso se vieron obligados a admitir que la propuesta no genera entusiasmo en los socios del G-20, aunque confían en que tarde o temprano salga adelante.
“Debo decir francamente que no ha habido entusiasmo por parte de nuestros socios, pero eso ya lo sabíamos antes. Hay una oposición muy clara”, reconoció Barroso. “Estamos lejos de lograrlo pero creo se han hecho grandes avances y al final se hará”, apuntó Leterme.
Igual de optimista se mostró el primer ministro con una futura tasa sobre el CO2 para penalizar la emisión de gases contaminantes y luchar contra el cambio climático, medida a la que la Comisión Europea es “favorable” y sobre la que presentará iniciativas una vez que se analice su impacto en la economía, según explicó Barroso.