LONDRES, 21 (Reuters/EP)
El ex primer ministro británico Tony Blair ha defendido este viernes, ante una comisión de investigación en Londres, que hay que actuar contra Irán con “la necesaria determinación” y, si es necesario, con el empleo de la fuerza.
En su declaración ante la comisión creada por decisión de su sucesor en Downing Street, Gordon Brown, el ex jefe de Gobierno británico ha dicho que ha llegado el momento de “sacar” las cabezas de “la tierra” y adoptar acciones contra la República Islámica.
“Digo esto con toda la pasión que puedo”, ha dicho el ahora enviado especial del Cuarteto (Naciones Unidas, Estados Unidas, Rusia y la Unión Europea) para Oriente Próximo.
En su opinión, Occidente tenía que parar de creer que era responsable de las acciones de Irán o los extremistas. “El hecho es que estaban haciéndolo porque ellos están en desacuerdo fundamentalmente con nuestro modo de vida y seguirán haciéndolo a menos que afronten la necesaria determinación y, si es necesario, la fuerza”, ha subrayado.
Las declaraciones del ex primer ministro británico coinciden con la celebración este fin de semana de la reunión del grupo 5+1 en Estambul (Turquía), en el que Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania dialogan con Irán sobre su programa de energía nuclear.
Blair ha dicho que ve la influencia negativa de Irán por todas partes, apoyando el terrorismo e impidiendo el progreso en el proceso de paz en Oriente Próximo, y ha recordado que el ofrecimiento de una mano tendida para la amistad planteado en 2009 por el presidente estadounidense, Barack Obama, había sido rechazado de plano por Teherán.
Antes de las referencias a la amenaza de Irán, Blair ha afirmado ante los miembros de la comisión de investigación que había prometido respaldar a Estados Unidos en la adopción de acciones contra Sadam Hussein casi un año antes de la invasión de Irak en 2003.
Blair dejó de defender a comienzos de 2002 que le había prometido al entonces presidente estadounidense, George W. Bush, un apoyo militar incondicional y ahora ha asegurado que siempre había estado de acuerdo en que había que enfrentarse a Sadam Hussein.
“Lo que le decía al presidente Bush era muy claro y simple: Puedes contar con nostros, vamos a estar contigo afrontando esto. Pero hay dificultades”, ha dicho, para describir las conversaciones que mantuvo con su homólogo norteamericano en el verano de 2002.
El momento en que se adoptó la decisión de invadir Irak es importante para los que rechazan la guerra, que acusan a Blair y a Bush lanzar la campaña independientemente de que tuviera el aval de Naciones Unidas o no.
Los críticos mantienen que Blair, que envió 45.000 militares a este frente, mintió deliberadamente a la opinión pública sobre los motivos para iniciar el conflicto, principalmente por la supuesta posesión de armas de destrucción masiva, que nunca no fueron encontradas.
La comparecencia de Blair este viernes ante la comisión de investigación ha sido la segunda que protagoniza, tras haber sido llamado de nuevo para aclarar las evidencias que citó en la sesión de enero después de que haya habido discrepancias con los testimonios de otros testigos.
El ex primer ministro se ha mostrado seguro ante las bastante rigurosas preguntas, aunque, en ocasiones, ha parecido incómodo, tartamudeando en algunas respuestas, o frustrado.
La decisión de ir a la guerra fue uno de los episodios más controvertidos en los diez años de mandatos de Balir, que concluyeron en 2007. Unos 50 manifestantes contra la guerra de Irak han protestado en las inmediaciones del edificio en que se celebra la comisión de investigación.
El ex primer ministro británico ha intentado sin éxito aplacar la ira de los familiares de algunos de los 179 militares británicos fallecidos en Irak, que se enfadaron cuando en su primera intervención ante el órgano de investigación no lamentó la invasión.
“Lamento profundamente la pérdida de vidas, tanto las de nuestras Fuerzas Armadas como las de otras naciones, y las de los civiles que ayudaron al pueblo de Irak y las de los iraquíes”, ha dicho finalmente este viernes al término de su intervención. “Es demasiado tarde”, le ha respondido a gritos una de las mujeres presentes en la sesión.