En una conferencia de prensa celebrada en la Rosaleda de la Casa Blanca, Bush agregó que “este verano será crítico para la nueva estrategia en Irak” y recordó que los iraquíes están saliendo de “años de dictadura” y por tanto, la situación allí no puede ser fácil. “Hay que esperar más bajas, tanto de EEUU como de iraquíes”, dijo el presidente, quien rehusó pronunciarse respecto a cuándo se podría empezar a pensar en el regreso de las tropas a Estados Unidos.
El presidente insistió en que su país está en Irak porque así lo quiere el gobierno iraquí, y aseguró que si los iraquíes no quisieran que EEUU estuviera allí, “nos iríamos, pero los resultados serían catastróficos”. Bush anticipó que los enfrentamientos se acrecentarán en Irak durante los próximos meses porque los soldados allí destinados empezarán a entrar en zonas nuevas, donde se producirán altercados.
También explicó que el jefe de las tropas de EEUU en Irak, el general David Petraeus, le informará sobre los primeros resultados de la nueva estrategia en Irak a finales del verano, en septiembre. “Me gustaría que estuviéramos en una configuración distinta en algún momento en Irak”, pero no habrá progresos hasta que “no se tome el control de la seguridad” en Bagdad, dijo el gobernante.
En su opinión, la victoria en Irak llegará cuando “el país sea estable”. Respecto a los dos soldados que permanecen desaparecidos en Irak, el presidente aseguró que no se escatimarán esfuerzos para encontrarlos.
El presidente insistió en la amenaza que representa para EEUU la red terrorista Al Qaida, y aseguró que los informes de inteligencia que maneja Washington son claros y que la amenaza persiste. “Es mejor combatir al enemigo allí que aquí”, dijo Bush en un nuevo intento de vincular la guerra en Irak a la guerra global contra el terrorismo que libra EEUU tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Entierro multitudinario
Por otro lado, al menos 25 personas murieron este jueves y otras 30 resultaron heridas tras la explosión de un coche bomba, conducido por un suicida, junto a un cortejo fúnebre en la ciudad de Faluya, 50 kilómetros al oeste de Bagdad, según fuentes policiales.
El atentado tuvo lugar mientras cientos de personas participaban en una comitiva funeraria que recorría el barrio de Hai al Andalus, en pleno centro de la ciudad, explicaron las fuentes. El número de víctimas mortales podría aumentar debido a la extrema gravedad de algunos de los heridos, dijo la policía iraquí.
Faluya es una ciudad predominantemente suní que ha sido el blanco repetido de ataques de la insurgencia. Hace una semana, la explosión de un coche bomba conducido por un suicida causó seis muertos, mientras que otras tres personas fallecieron en enfrentamientos entre insurgentes y civiles después del atentado.
La ciudad de Faluya, en la provincia de Al Anbar, se ha convertido en un lugar hostil para la red terrorista de Al Qaeda y los insurgentes suníes debido a la creciente implicación de las tribus lugareñas en los combates contra los rebeldes. Esta confrontación ha obligado a muchos insurgentes a desplazarse a la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad.
De otra parte, al menos trece personas murieron este jueves y cuatro resultaron heridas por un ataque de insurgentes contra un microbús que viajaba por el noreste de Bagdad, informaron fuentes policiales iraquíes. Las fuentes explicaron que el atentado tuvo lugar en la zona de Al Huseiniya y acabó con la vida de los once pasajeros del vehículo.
Además, otros dos civiles fallecieron al estallar un artefacto explosivo, que habían colocado los insurgentes en el interior del microbús y que explotó a la llegada de la policía al lugar de los hechos. La explosión dejó, además, cuatro heridos, de los cuales dos son policías, agregaron las fuentes.
En otro incidente, un soldado iraquí perdió la vida y tres resultaron heridos por la explosión de un coche bomba conducido por un suicida cerca de un puesto de control del ejército en la zona de Al Iskan, en el oeste de la capital. El ataque causó daños en varios edificios y vehículos civiles que estaban aparcados en la zona, añadieron las fuentes.
Los nuevos episodios de la violencia se registran mientas continúa el plan de seguridad “Aplicamos la Ley”, que entró en vigor el pasado 14 de febrero para recuperar la seguridad en Bagdad y sus alrededores.