Cuarenta y cinco miembros del Congreso estadounidense han dirigido una carta al presidente de Estados Unidos, George W.Bush, en la que tachan el Plan de autonomía bajo soberanía marroquí para el Sáhara Occidental como “una violación del Derecho Internacional”, al tiempo que le reclaman que pomueva “un referendum de autodeterminación libre, justo y transparente”.
En la misiva, que ha sido difundida a través de Internet por la Asociación por un Referendum en el Sáhara Occidental (ARSO), se recuerda que el derecho a la autodeterminación de los pueblos colonizados “es un principio fundacional sobre el que se construyó nuestro propio país y es vital que lo sostengamos en la teoría y en la práctica”.
En este sentido se reclama al presidente estadounidense que ejerza “el liderazgo necesario” para la celebración del referendum, del que se señala que en el Congreso estadounidense existe “una larga historia de respaldo” a través de diferentes resoluciones y, en particular, la última legislatura.
Los congresistas, encabezados por el representante republicano de Pennsylvania Jospeh Pitts y el demócrata de New Jersey Donald M. Payne, asimismo lamentan que el “continuo retraso” de la consulta “es causa de inestabilidad en la región”, además de haber causado desde 1975 “terribles sufrimientos” a los saharauis, quienes “siguen esperando que se actualice la promesa” que en 1991 sostuvo Naciones Unidas de que al fin iba a celebrarse.
Minurso
En esta misma línea, y en relación con la próxima renovación del mandato de la misión de la ONU para llevarlo a efecto que se estableció en 1991 (Minurso), los congresistas se preguntan si no es tiempo de “reconsiderar” su presencia en la excolonia española, al no haber logrado su principal objetivo ni tampoco haberse incluido entre sus facultades la de vigilar el respeto de los Derechos Humanos, a pesar de haber supuesto desde entonces un costo de más de 500 millones de dólares.
“Quizá sea el tiempo de reconsiderar por qué los contribuyentes estadouidenses deben seguir financiando una operación de la ONU fracasada”, añaden los congresistas.