MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, insiste en que los policías sublevados el jueves intentaron acabar con su vida en el momento en que efectivos policiales de élite y del Ejército le rescataban. “Apuntaron al presidente, a matar al presidente, que nadie se engañe”, reiteró en una entrevista transmitida el viernes por Ecuador TV.
Correa señaló que el todoterreno blindado en el que salió del hospital policial presenta cinco impactos de bala, al igual que los cuatro vehículos de la caravana presidencial, los cuales tienen “tremendos impactos de bala”. “Iban a matar a estos señores, a matar al presidente”, dijo en referencia a su figura y a la de su escolta personal.
“Unos tres policías se pusieron encima mía, de tal forma que si venía un balazo les mataba a ellos y no al presidente (...) Por supuesto me pasaron un chaleco antibalas y un casco también”, ilustró, al tiempo que aseguró que los cabecillas de la insubordinación dispusieron “francotiradores en las terrazas” para evitar su salida del edificio y un posible rescate con helicóptero. Correa quiso subrayar que existen grabaciones de vídeo que respaldan su versión de que “grupos políticos infiltrados en la Policía” arengaron a los agentes y orquestaron el levantamiento.
GOLPE DE ESTADO, “MUY DIFÍCIL”
Respecto a la posibilidad de que sufra en el futuro un golpe de Estado, el presidente ecuatoriano consideró que es poco probable debido al amplio apoyo popular del que goza. “Yo lo veo muy difícil, pero siempre es posible, porque estos grupos son muy minoritarios pero (son) muy organizados, muy astutos, algunos a veces manejan la fuerza, ¿pero qué puede hacer un gobernante?”, planteó a los entrevistadores.
Previamente, en su reunión con los cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), afirmó que toda la operación estaba coordinada. “El asunto era tan coordinado que ciertos voceros de la oposición ya tenían listo el acuerdo de que para liberar al presidente tenía que declarar la amnistía de todos los involucrados en esto, derogar la ley que querían que derogue (y) derogar otra ley que querían que derogar la derecha de este país”, dijo Correa.
Éste aseguró que los insubordinados “habían armado grupos supuestamente de apoyo ciudadano a la Policía porque esperaban que todo el pueblo se levante”. “Nadie se levantó, ni los perros los acompañaron”, agregó. A su entender el objetivo último del acto de sublevación sería “crear el caos, una guerra civil, una matanza y desestabilizar al Gobierno”.
“No lo han logrado pero no es momento de júbilo al menos en lo personal, es momento de profunda tristeza”, concluyó al tiempo que deseo que no se repitan incidentes similares en Latinoamérica.