BEIRUT, 10 (Reuters/EP)
El Gobierno sirio ha advertido de que sólo acatará el alto el fuego solicitado por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, si los rebeldes opositores también deponen las armas. En este sentido, ha rechazado cualquier tregua unilateral.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Siria, Jihad Makdissi, ha acusado a los combatientes de la oposición de incumplir dos treguas anteriores, por lo que ha dicho que cualquier nueva acuerdo debe contar con el visto bueno de las dos partes en conflicto.
Los observadores de la ONU, sin embargo, sostienen que las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad violaron el alto el fuego previo atacando contra posiciones de la disidencia.
Según Makdissi, Ban Ki Moon ha solicitado ahora a Damasco una tregua unilateral. El portavoz ministerial ha apuntado que el objetivo de un hipotético acuerdo debe sentar las bases para el diálogo, no que una de las partes obtenga ventaja militar.
Makdissi ha pedido al secretario general de Naciones Unidas que envíe delegados a los países “financian, acogen, entrenan y arman” a los “grupos armados” opositores, de tal forma que pueda examinarse el “compromiso” de otros actores de la región. Como ejemplo de estos países afines a la disidencia, Makdissi ha citado Arabia Saudí, Qatar y Turquía.
TENSIÓN EN LA FRONTERA
El jefe del Estado Mayor turco, general Necdet Ozel, ha advertido este miércoles de que su Ejército responderá con una “fuerza mayor” si continúa la caída de proyectiles disparados desde Siria.
“Hemos respondido pero si continúa responderemos con una fuerza mayor”, ha declarado a la televisión estatal TRT el general Ozel, que ha visitado a las familias de los cinco civiles fallecidos la semana pasada por la caída de un obús en el sureste de Turquía. El jefe del Estado Mayor también ha volado en helicóptero a una base militar cercana a la frontera.
El Ejército ha estado respondiendo del mismo modo durante la última semana a los disparos y los proyectiles que cruzan la frontera desde Siria.
Ayer, el Gobierno turco confirmó que ha desplegado 25 cazabombarderos F16 en una base de la Fuerza Aérea próxima a la frontera con Siria, en medio de las tensiones entre ambos países por el ataque de mortero que la semana pasada acabó con la vida de cinco civiles turcos en la localidad de Akçakale.
Los 25 aviones de combate se sumaron el lunes por la tarde a la flotilla que está destacada en la Base Aéra de Diyarbakir, según informó la cadena de televisión Al Yazira en su página web.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha dejado claro que su país no quiere entrar en una guerra con Siria aunque debe estar preparado ante cualquier eventualidad. “Advertimos a Al Assad. Le recordamos que debe introducir reformas”, ha señalado el jefe de Gobierno, que ha cuestionado la palabra del presidente sirio por incumplir promesas “ante el mundo y ante su propio pueblo”.
“Nadie debería esperar que nos quedemos en silencio ante la violenta opresión sobre demandas pacíficas”, ha apostillado Erdogan.