Quince presuntos terroristas vinculados a las nuevas Brigadas Rojas han sido detenidos este lunes, lo que ha permitido impedir la comisión de posibles nuevos atentados en Italia, de acuerdo con la información facilitada por las autoridades judiciales y gubernamentales.
La Unidad Especial de la Policía contra el Terrorismo (Digos) ha desmantelado a este supuesta célula terrorista, que tenía entre sus objetivos una casa del antiguo primer ministro y actual jefe de la oposición, Silvio Berlusconi, así como varios medios de comunicación y algunas empresas relevantes del país.
La operación se llevó a cabo de forma simultánea en las ciudades norteñas de Milán, Padua, Turín y Trieste y entre los detenidos se encuentran algunos miembros del CGIL, el sindicato de izquierdas más importante del país.
También ha sido capturado Alfredo Davanzo, líder de Segunda Posición, movimiento vinculado a las Brigadas Rojas.
D'Avanzo fue condenado en 1982 a diez años de cárcel por robo a mano armada y, más tarde, detenido en París en 1998, pero quedó en libertad poco después.
Desde entonces estaba en paradero desconocido hasta que hoy ha sido hallado en Raveo, una localidad de quinientos habitantes, setenta kilómetros al norte de Udine, en el noreste de Italia, donde vivía en una casa sin calefacción.
Según la fiscal del caso, Ilda Boccassini, los arrestados “eran personas que se consideraban en guerra con el Estado” italiano.
De acuerdo con la información facilitada por fuentes de la investigación, los detenidos tenían intención de atacar la vivienda de Berlusconi en Via Vincenzo Monti de Milán.
Las noticias hasta ahora difundidas por los medios locales parecen indicar que sólo querían atentar contra el inmueble, ya que no se precisa si pretendían acabar con la vida de Berlusconi.
Sí señalaron, en cambio, que buscaban el secuestro o la extorsión violenta de alguna persona para obtener fondos.
Además, en la lista de objetivos que querían atacar figuraban unas oficinas del grupo televisivo Mediaset, también propiedad del jefe de la oposición, y la redacción del periódico conservador Libero.
A esa lista de posibles objetivos de atentados se unía el grupo televisivo Sky, propiedad del magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch, y una sede de la compañía energética ENI en San Donato, una localidad de Milán.
Tras la operación, el ministro italiano de Interior, Giuliano Amato, dijo que se ha evitado “posiblemente un atentado” de las Brigadas Rojas.
Amato manifestó que durante meses los presuntos terroristas fueron sometidos no sólo a interceptaciones, sino también a controles diarios, “de los que emergieron las pruebas suficientes para llegar a sus arrestos”.
Según el titular del departamento, los detenidos formaban parte de una organización “estructurada y muy peligrosa”.
Los detenidos son Davide Bortolato, de 36 años; Amarilli Caprio, de 26; Alfredo Davanzo, de 49; Bruno Ghirardi, de 50; Massimiliano Gaeta, de 31; Claudio Latino, de 49; Alfredo Mazzamauro, de 21; Valentino Rossin, de 35; Davide Rotondi, de 45; Federico Salotto, de 22; Andrea Scantamburlo, de 42; Vincenzo Sisi, de 53; Alessandro Toschi, de 24; Massimiliano Toschi, de 26; y Salvatore Scivoli, de 54.