MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Diplomáticos estadounidenses intentaron en varias ocasiones convencer a Gobiernos extranjeros para que optaran por comprar aviones fabricados por la norteamericana Boeing, en lugar de los de su competidor europeo Airbus, según han desvelado varios cables publicados por la página web Wikileaks, recogidos por el periódico 'The New York Times'.
Según este rotativo, los cables filtrados demuestran que los diplomáticos norteamericanos actuaron “como agentes comerciales”, ofreciendo acuerdos a jefes de Estado y altos cargos de las aerolíneas de países en los que se estaban estudiando compras millonarias de aviones comerciales a Boeing o Airbus.
Funcionarios del Departamento de Estado y ejecutivos de Boeing han reconocido en diversas entrevistas el importante papel desempeñado por Washington en la venta de los aviones comerciales, sin embargo la información publicada por Wikileaks desvela detalles de esta influencia.
Así, muestran cómo el ex presidente George W. Bush envió una carta personal a la oficina en Jeddah del rey de Arabia Saudí Abdalá, en la que pedía al monarca que comprase 43 Boeing para modernizar las aerolíneas nacionales y 13 jets para la flota real.
Según un cable del Departamento de Estado, el rey leyó la carta de Bush y anunció que los aviones de Boeing eran sus favoritos. La información filtrada revela que el monarca rechazó dos nuevos aviones de Airbus y optó por el Boeing 747.
ARABIA SAUDI, CON LOS OJOS EN EL AIR FORCE ONE
Sin embargo, antes de comprometerse, Abdalá le hizo llegar una demanda especial a un destacado miembro del Departamento de Comercio de Estados Unidos: “Te pido que le digas al presidente y a todas las autoridades implicadas que quiero tener toda la tecnología que su amigo, el presidente Bush, tiene en su Air Force One”.
Además, revelan cómo el ministro de Transportes de Turquía, Binali Yildirim, en una reunión celebrada en enero de 2010 con el entonces embajador norteamericano en el país, James F.Jeffrey, le hizo saber que el presidente turco quería ayuda con su programa aeroespacial y, quizás, asistencia por parte de la Administración Federal de Aviación para la mejora de la seguridad.
“La cooperación en este área creará el entorno adecuado para las negociaciones comerciales”, afirmó el ministro ante el máximo representante diplomático de Estados Unidos, según uno de los cables.
En un informe remitido a Washington, Jeffrey calificó el esfuerzo de las autoridades turcas para relacionar las negociaciones con Boeing con peticiones de carácter político como un nivel de “influencia política inoportuno pero no sorprendente” en las transacciones comerciales.
No obstante, también reconoció que autorizar a la Administración Federal de Aviación a ayudar a Turquía a mejorar la seguridad de su aviación, así como la exploración de programas espaciales, podría beneficiar a los dos países.
“Probablemente no podamos poner a un astronauta turco en órbita, pero hay programas que podríamos desarrollar para fortalecer las capacidades de Turquía en este área, que podrían contribuir a nuestros propios objetivos de mejorar la seguridad de la aviación”, indicó el embajador, que también señaló que “en cualquier caso” debían “mostrar algún tipo de respuesta a la vaga petición del ministro” si se deseaba “maximizar las opciones de las ventas”.