Las encuestas confirman un Parlamento sin mayorías

La primera encuesta publicada en Reino Unido al cierre de los colegios electorales confirma la falta de mayorías en el Parlamento, pero con un amplio dominio del Partido Conservador, que se llevaría 307 escaños, a tan sólo 19 de los necesarios para lograr la hegemonía. Los laboristas dejarían de ostentar el control de la Cámara de los Comunes, al perder un centenar de asientos y quedarse con 255, mientras que también los liberaldemócratas verían una representación inferior a la que ostentaban, con 59 diputados, tres menos.

Con el recuento de papeletas recién comenzado en la mayoría de las 649 circunscripciones en las que este jueves se celebraron los comicios, el sondeo está realizado para las principales televisiones británicas, BBC, Sky y ITV y se considera un notable indicador de la composición que el nuevo Legislativo podría mostrar cuando se constituya oficialmente a mediados de este mes.

Dirigentes de los tres partidos mayoritarios han apelado ya a la calma, a la espera de conocer los porcentajes oficiales, pero la diferencia en escaños entre los 'tories' y los laboristas es suficientemente amplia, según los analistas, como para apuntar una tendencia. En general, cuando el país ha acudido a las urnas, esta encuesta ha supuesto un reflejo notablemente ajustado del mapa político que finalmente probó el escrutinio oficial.

Los datos llevarían al conservador David Cameron al número 10, puesto que durante la campaña había avanzado su intención de gobernar en solitario, en caso de no lograr la mayoría absoluta. La cercanía al umbral de los 326 le permitiría recurrir a apoyos puntuales de grupos mayoritarios, como ya había barajado durante la carrera del 6 de mayo, especialmente los unionistas del Ulster.

En Irlanda del Norte se juegan 18 asientos y contar con parte garantizaría a una hipotética Administración Cameron la estabilidad suficiente para garantizarse la aprobación de paquetes básicos como los presupuestos o las perspectivas legislativas de cada año que se incluyen en el Discurso de la Reina.

Por el momento, desde el cuartel general del partido han considerado los resultados una manifestación del rechazo de los votantes al actual primer ministro, Gordon Brown, quien se enfrentaba en esta ocasión por primera vez a las urnas como candidato, tras recibir el testigo de Tony Blair en verano de 2007. De continuar en la residencia oficial, el Laborismo habría logrado el hito de un cuarto mandato consecutivo.

Otra de las sorpresas de la encuesta es la pérdida de escaños que sufrirían los liberal-demócratas, la revelación de la campaña electoral, tras la exitosa intervención de su líder, Nick Clegg, en los debates televisados que estas elecciones se estrenaron en el país. A pesar de haber experimentado en su apogeo un tirón en las encuestas que los llegó a situar como tercera fuerza, según el sondeo perderían tres asientos.