MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El disidente cubano Guillermo Fariñas aseguró este miércoles que no abandonará la huelga de hambre y sed, que mantiene desde hace más de cuatro meses, hasta que el Gobierno liderado por Raúl Castro no libere a “10 o 12 presos políticos de los más enfermos” aunque podría comenzar a ingerir líquidos cuando los cinco presos que viajarán a España la próxima semana salgan de Cuba.
En una conversación telefónica con Europa Press, Licet Zamora, la portavoz del disidente, indicó que Fariñas no depondrá la huelga de hambre y sed “hasta que no estén liberados los primeros 12 presos de los 26 más enfermos”, tal y como prometió cuando la Iglesia Católica se puso en contacto con él para solicitarle que abandonara la medida de fuerza.
No obstante, el opositor dejó abierta la posibilidad de flexibilizar la huelga cuando los cinco presos políticos que, según ha anunciado hoy el Arzobispado de La Habana, abandonarán la isla la próxima semana para dirigirse a España, salgan del país. “Entonces 'el coco' ha prometido que comenzará a tomar líquidos para mejorar su estado de salud”, indicó Zamora.
Además, Fariñas expresó su “decepción” por la actuación de la Iglesia Católica cubana porque “desde que él aceptó que fuera la mediadora con el Gobierno para conseguir la liberación de los presos políticos” no se han puesto en contacto con él para comunicarle los avances. “No le llamaron cuando excarcelaron a Ariel Sigler Amaya, ni le han llamado ahora”, explicó la portavoz.
Este comportamiento por parte de la Iglesia habría endurecido la posición del disidente que, a pesar de que su estado de salud “sigue siendo grave”, se niega a relajar su huelga “hasta que no vea gestos significativos por parte del Gobierno”. “Él se muestra escéptico, como todos nosotros porque sabemos que (las autoridades) no van a dar su brazo a torcer”, apuntó Zamora.
En cuanto a su situación médica, la portavoz, informó de que el coágulo que hace una semana empeoró su situación “continúa en la yugular”, lo que le ha ocasionado una “gran obstrucción de las vías” que ha obligado a los especialistas que le tratan a retirarle la nutrición parenteral.
Fariñas, de 48 años de edad, permanece en huelga de hambre y sed desde el pasado 24 de febrero, cuando murió el preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo, para exigir la liberación de, al menos, los 26 presos políticos que permanecen retenidos en las cárceles cubanas a pesar de su delicado estado de salud.