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El fiscal acusa de negligencia al capitán del crucero hundido ante una isla griega

La Fiscalía griega presentó este sábado cargos por negligencia contra el capitán del crucero Sea Diamond y otros cinco oficiales por su responsabilidad en el choque con un arrecife, que ocasionó el hundimiento del barco el pasado jueves frente a la isla de Santorini y la desaparición de dos personas.

Además de la acusación de negligencia, deberán de responder por violar las leyes de seguridad de navegación y contaminación del medio ambiente por las 450 toneladas de fuel que permanecen en el pecio del crucero.

El fiscal de la isla de Naxos presentó los cargos y ordenó la libertad provisional de los seis acusados hasta que se fije la fecha del juicio, según informaron fuentes judiciales recogidas por la televisión estatal NET.

El capitán Ioanis Marinos, de 35 años, así como el primer, segundo y tercer oficial de la nave, el asistente de los oficiales y el encargado de mantenimiento del barco, están llamados a responder por los errores que se cometieron en las maniobras del barco y en la operación de evacuación, que podría haberle costado la vida a los más de 1.500 ocupantes.

Según información filtrada a la prensa, la fiscalía señala que el capitán se apresuró para acercarse al muelle de Santorini y obtener un lugar privilegiado para desembarcar a los viajeros que hacían una excursión de cinco días.

Tardó 40 minutos en avisar de la colisión con un arrecife

Además, supuestamente tardó 40 minutos en avisar a la capitanía de que había colisionado contra un arrecife, según relataron los ocupantes y miembros de la tripulación, que alegan que fueron ellos los que avisaron primeros a las autoridades del accidente.

La operación de evacuación tardó más de tres horas, durante la cual el barco experimentó una pronunciada inclinación y corrió el peligro de zozobrar con sus ocupantes a bordo.

Santorini a pesar de ser una de las islas del mar Egeo más populares, con millones de visitantes cada año, carece de un puerto apropiado para que los grandes buques atraquen, y debido a que es la caldera de un volcán sumergido, tiene fuertes corrientes subterráneas que dificultan anclar.

Dos franceses, Jean Christopher Allain, de 45 años y su hija Nayd, de 16, quedaron atrapados presumiblemente en la cabina del barco donde se alojaban, cerca del sitio en el que se produjo la grieta en el casco de la nave.

Las autoridades griegas utilizan barcos de limpieza para frenar la marea que podría ocasionarse con el escape paulatino de las 450 toneladas de fuel que llevaba el crucero y han ordenado a un batiscafo localizar las grietas de salida.

El crucero, de 140 metros de eslora y un desplazamiento de 22.465 toneladas, era la joya del grupo Louis Cruiser Line con sede en Chipre, que lo puso en circulación en abril de 2006, después de haber pagado 46 millones de euros por su compra y renovación.