Israel detuvo este miércoles, por primera vez y durante tres horas, los bombardeos para que recibiera asistencia la población de Gaza, donde en doce días de ofensiva israelí han muerto setecientas personas y a media tarde prosiguieron los combates.
Miles de personas salieron a la calle en Gaza capital y corrieron a tiendas, supermercados y fruterías para hacer acopio de alimentos tras más de un semana encerradas en casas que en su mayoría no disponen de suministro eléctrico ni de agua potable.
Se pudieron ver bastantes coches circulando, algo que no se observaba desde hace días en la ciudad de Gaza.
Los equipos médicos aprovecharon la breve calma para salir de los hospitales y trasladarse para a asistir a heridos que no habían podido atender por los incesantes bombardeos.
Los sanitarios también acudieron a sacar cadáveres de entre los escombros de edificios derruidos por los bombardeos de la aviación y los blindados israelíes.
Testigos en el norte y sur de Gaza denunciaron que las fuerzas israelíes abrieron fuego antes de que finalizasen las tres horas de cese del fuego anunciadas por la mañana unilateralmente por la oficina del primer ministro, Ehud Olmert.
La oficina de información del Ejército israelí declinó confirmar si sus fuerzas habían disparado entre las 13:00 y las 16:00 hora local (entre las 11:00 y las 14:00 en Canarias), el periodo fijado de calma.
Las milicias palestinas lanzaron un cohete a Ashkelon
Un portavoz militar israelí señaló que en ese plazo las milicias palestinas lanzaron un cohete contra la localidad de Ashkelon, pese a haber respondido al anuncio de Olmert asegurando que también frenarían sus ataques.
Nada más finalizar el periodo de calma a media tarde, la aviación israelí bombardeó varios objetivos en la ciudad de Beit Lahiya, en el norte de Gaza, y en el campo de refugiados de Al Bureij, en el centro de la franja, según informaron las cadenas de radio locales.
Testigos en la ciudad de Rafah, en el sur, también confirmaron que aviones israelíes bombardearon intensamente túneles y viviendas en la zona fronteriza con Egipto.
El número de palestinos muertos en la ofensiva israelí 'Plomo Fundido' en la franja Gaza supera los 700 tras contabilizar las víctimas de este miércoles y los cadáveres descubiertos bajo los escombros en las últimas horas, mientras que el número de heridos asciende a más de 3.000.
16 muertos pese al alto el fuego
Al menos diez palestinos murieron este miércoles en distintos ataques aéreos, mientras que otros seis fallecieron en hospitales por heridas sufridas en los últimos días, según informó Moawie Hasanein, jefe de los servicios de emergencia en Gaza.
En el campo de refugiados de Yabalia, tres niños de dos, cuatro y seis años murieron junto a su padre al ser golpeada una vivienda por el proyectil de un tanque israelí.
A esos muertos se suman los ocho cadáveres que los equipos de rescate en Gaza desenterraron hoy de entre los escombros de edificios bombardeados en una zona al norte de la localidad de Bet Lahiya, en el norte de la franja.
También se registraron ataques de la aviación en los barrios de Zeitun y Tufa, cerca de Gaza capital, que los tanques y soldados israelíes mantienen parcialmente cercada desde hace dos días.
La mitad de las víctimas, mujeres y niños
En Ramala, Rafiq Al Husein, jefe de la Oficina presidencial de Mahmud Abas, dijo que “el cese del fuego durante tres horas no es suficiente para permitir la entrada de ayuda humanitaria”, y aseguró que “el 50% de los muertos son mujeres y niños”.
Mientras, en Israel, el Gabinete Ministerial para Asuntos de Seguridad Nacional aprobó esta tarde la continuación de la operación militar en la franja de Gaza.
También avanzaron los esfuerzos diplomáticos para conseguir un alto el fuego e Israel se mostró partidario de valorar las distintas opciones para una tregua, entre las que destaca la propuesta franco-egipcia que implicaría un embargo de armas a Hamás que cuente con el apoyo internacional.