NUEVA YORK, 23 (EUROPA PRESS)
El gobernador de Oregon, John Kitzhaber, ha anunciado este martes su intención de suspender la aplicación de la pena de muerte en este estado estadounidense durante el resto de su mandato, que termina en 2015, con lo que evitará la muerte de un preso que iba a ser ejecutado en el mes de diciembre en medio de una gran polémica.
“No voy a permitir más ejecuciones mientras sea gobernador”, ha dicho Kitzhaber en una rueda de prensa celebrada en Salem. “Me niego a ser parte de este sistema acordado y desigual durante más tiempo. Simplemente no puedo participar ni una vez más en algo que es moralmente incorrecto”, ha explicado.
El gobernador ha argumentado que a pesar de la vigencia de la pena de muerte en Oregon, su aplicación no ha contribuido de forma determinante a que sea un estado más seguro. “Y desde luego tampoco nos ha convertido en una sociedad más noble”, ha aseverado.
Además, ha alegado que el actual sistema penitenciario es “inoperante”, ya que la mayoría de los presos condenados a la pena capital se pasan una media de 20 años en el corredor de la muerte a la espera de ser ejecutados. “No cumple con las normas básicas y nosotros no hemos hecho nada al respecto, más que obviarlo”, ha criticado.
“Hay una perversión de la justicia cuando el único indicador sobre quién debe ser ejecutado no tiene nada que ver con las circunstancias del crimen o la decisión de un jurado, sino con la voluntad del condenado a ser ejecutado”, ha añadido.
Por ello, ha propuesto reformar el sistema en la sesión legislativa de 2013, al tiempo que ha instado a todos los habitantes de este estado a participar en el debate. “Ya es hora de que Oregon se acerque desde una perspectiva diferente al problema”, ha considerado Kitzhaber.
La decisión del gobernador se anuncia horas después de que la Corte Suprema de Oregon autorizara por cuatro votos a favor y tres en contra la ejecución de Gary Hauguen, condenado dos veces por homicidio, una en 1981 y otra en 2003.
A pesar de que Hauguen ha criticado la pena de muerte al considerar que es un derroche del dinero de los contribuyentes, ha renunciado a apelar. “Ya no hace falta hablar porque estoy preparado. Haced los honores”, dijo el pasado mes de octubre ante el tribunal.
Hauguen, cuyo caso ha suscitado una gran polémica, será uno de los beneficiados por la suspensión de la pena de muerte, que debía habérsele aplicado en diciembre. Así, Kitzhaber ha considerado que ha recibido un “alivio temporal”.
Desde que la pena de muerte fue aprobada en Oregon, en 1984, solamente se ha aplicado en dos casos, ambos considerados voluntarios porque los presos también renunciaron a apelar. Actualmente, el estado mantiene a 37 presos en el corredor de la muerte.
De los 50 estados que integran Estados Unidos, solamente 27 han ejecutado a alguien en la última década. Oregon es uno de los siete estados que a pesar de contar con esta sanción no la ha aplicado en este periodo, según datos del Centro de Información sobre la Pena de Muerte, recogidos por el diario 'The New York Times'.