El director de Aeronáutica Civil, Alfredo San Martín, aseguró este domingo que el avión del presidente depuesto, Manuel Zelaya, no aterrizará en Tegucigalpa, sino que se dirige a El Salvador. Además, indicó que hay helicópteros del Ejército y de la Policía sobrevolando cada diez minutos la pista del Aeropuerto Internacional de Toncontín, en Tegucigalpa, para evitar cualquier aterrizaje.
San Martín, instaurado por el gobierno posterior al golpe de Estado del pasado domingo, explicó también que en el aeropuerto también hay ambulancias de la Cruz Roja y que las aerolíneas comerciales que están previamente autorizadas están operando normalmente, otras han cancelado sus operaciones por iniciativa propia.
Mientras, en tierra, la Policía y el Ejército vigilan el aeropuerto y sus alrededores para evitar el acceso de los miles de simpatizantes de Zelaya concentrados para recibirlo.
Zelaya partió estye domingo en un avión de Washington y acompañado por el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Miguel D'Escoto, con la intención de aterrizar en Tegucigalpa, pero Aeronáutica Civil de Honduras aseguró que finalmente se dirigirá a El Salvador ante la negativa de las autoridades a permitir el aterrizaje.
Un segundo avión con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y la presidenta Argentina, Cristina Fernández, y sus homólogos de Paraguay, Fernando Lugo, y Ecuador, Rafael Correa, partió también de Washington con destino a El Salvador en apoyo a las pretensiones de restauración de Zelaya.
Zelaya viaja en un avión de la petrolera venezolana Citgo, informó el ex embajador de Honduras ante la OEA, Carlos Sosa. La otra delegación irá en el avión de la presidenta argentina.
“Para proteger su seguridad”
Ya desde la media tarde (hora española) el Gobierno interino de Honduras prohibió este domingo el aterrizaje de cualquier avión en el que el depuesto presidente Manuel Zelaya tenga previsto regresar al país centroamericano, para proteger la seguridad personal del dirigente derrocado, según informó el ministro de Exteriores del Gobierno provisional, Enrique Ortez.
“He ordenado que no se le permita regresar, pase lo que pase”, declaró Ortez, miembro del Gabinete temporal instaurado la semana pasada y presidido por Roberto Micheletti. “No podemos permitir esta temeridad, que muera un presidente de la república, que resulte herido un presidente de la república, que muera cualquier persona”.
Varios gobiernos, entre ellos Canadá y Costa Rica, sugirieron a Zelaya que no regresara a Honduras debido a la falta de garantías sobre su seguridad personal. El nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti, dijo que arrestaría al mandatario depuesto si regresaba.