La activista saharaui Aminetu Haidar tiene ya dificultades para tragar agua con azúcar y se intensifican las náuseas tras 31 días en huelga de hambre, según ha explicado el portavoz de la Plataforma de Apoyo, Fernando Peraíta, esta mañana en el aeropuerto de Lanzarote.
“Ella está muy débil, con dificultades para tragar, con náuseas y está muy débil. Ya se va notando que tiene problemas para estar aguantando, pero es la fuerza mental y la convicción en la justicia en lo que está defendiendo lo que la mantiene. Esperemos que la resolución del Congreso tenga su peso y que la reunión de Bruselas y de lo que ha habido en Washington tenga su fruto. Es una semana muy decisiva para Aminetu”, informó Peraíta.
Recordó que esta es su quinta semana en huelga de hambre y que ya comienzan a percibirse más su debilidad, insistiendo en que es “su fuerza mental y el razonamiento” la que la ayudan a resistir. “Como Aminetu tiene esa fuerza mental parece que la ayuda, pero va teniendo ya mucha debilidad”, explicó.
Haidar que ha salido, como cada mañana, en silla de ruedas acompañada fue incapaz de contestar a los medios, mostrando un rostro más cansado que en días anteriores según testigos presenciales. La activista sigue reclamando volver a su casa con su familia. “Ningún país tiene derecho a echar a nadie, en todo caso, que la lleven a los tribunales o hagan una denuncia, pero no a echarla”, volvieron a insistir algunos ciudadanos que se encuentran por el aeropuerto.