Haití pide ayuda urgente para albergar a los desplazados

MADRID, 26 (EUROPA PRESS)

El alojamiento se ha convertido ahora en una de las principales preocupaciones de las autoridades haitianas y de las agencias humanitarias, dado el elevado número de personas que se quedaron sin hogares tras el terremoto del pasado 12 de enero. Por ello, el presidente del país, René Préval, ha solicitado urgentemente 200.000 tiendas de campaña antes de que llegue la estación lluviosa en mayo.

El presidente haitiano anunció que trasladará su oficina a una tienda de campaña junto a lo que queda del Palacio Presidencial “en solidaridad con el pueblo” y pidió urgentemente 200.000 tiendas de campaña adicionales para el país para ayudar a instalar a los cientos de miles de personas desplazadas por el terremoto del pasado 12 de enero.

En declaraciones al 'Miami Herald', Préval indicó que actualmente no cuenta con espacios adecuados para su oficina en el Palacio, que se vino abajo con el terremoto, por lo que se instalará en una tienda de campaña que le ha ofrecido la ONU.

Por otra parte, el presidente haitiano denunció la falta de tiendas de campaña en el país, donde se creía que había 20.000 pero se descubrió que en realidad sólo había unas 3.500. Por ello, pidió a la comunidad internacional que envíen urgentemente 200.000 tiendas de campaña, antes de que empiece la temporada de lluvias en mayo, así como 26 millones raciones alimentarias para las víctimas.

El Gobierno haitiano ha anunciado un plan para realojar a 400.000 afectados por el terremoto fuera de Puerto Príncipe y además está dando facilidades de transporte para todos aquellos que quieren desplazarse a otros puntos del país. Según la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA), unas 130.000 personas se han beneficiado de esta ayuda y se han trasladado al norte y al suroeste.

Según las estimaciones del Gobierno haitiano, unas 500.000 personas necesitan cobijo, si bien la Organización Internacional de Migraciones (OIM), indicó ayer que hasta el momento había identificado, junto con el Gobierno y las ONG, 591 campamentos improvisados en los que residen unas 692.000 personas desplazadas, sólo en Puerto Príncipe.

LLEGADA DE LOS HURACANES

Pero el principal reto en estos momentos es encontrar opciones para que la gente pueda encontrar cobijo durante la próxima temporada de huracanes, que normalmente empieza en mayo, subrayó Jean Phillippe Antolin, de la OIM, quien está coordinando los esfuerzos de la ONU en materia de alojamiento.

El Gobierno haitiano ha identificado al menos 30 lugares para construir en ellos campamentos temporales de tiendas de campaña en la capital, la mayoría en lugares en los que actualmente hay asentamientos improvisados, pero hacen falta soluciones a largo plazo.

Según explicó Antolin a la agencia de la ONU IRIN, el número de personas que necesitan cobijo supera los recursos actuales. “No podemos ofrecer tiendas de campaña para hasta 700.000 personas, simplemente no las tenemos a mano”, subrayó, añadiendo que incluso si estuvieran disponibles, este tipo de solución sólo sería útil como mucho para los próximos tres meses.

La ONU ha propuesto una serie de alternativas en un borrador de trabajo de la estrategia de alojamiento para las víctimas del terremoto. Entre ellas, se incluye el apoyar a familias de acogida para que asuman a los que se han quedado sin hogar, como se hizo tras los huracanes del año pasado.

También se ha propuesto proporcionar materiales para mejorar la seguridad y la comodidad de las zonas en las que los haitianos ya se han congregado tras el seísmo, así como evaluar qué casas son seguras para ser reocupadas. Como última opción, según Antolin la más complicada, se plantea el construir nuevos alojamientos. “A menos que haya ya construcción respaldada por los donantes, esta opción es la menos factible”, admitió.

FALTA DE MAQUINARIA E INGENIEROS

Sin embargo, aunque se consiguiera encontrar los emplazamientos adecuados, según la OIM existe una necesidad imperiosa de maquinaria y personal cualificado para poder llevar a cabo estos proyectos de viviendas. Según Antolin, el primer paso para mejorar las condiciones de vida de los desplazados es evaluar la seguridad de los lugares donde viven, construir drenajes y asegurar que se cumplen con las normativas del Gobierno.

“Para hacer eso necesitamos ingenieros que evalúen los terrenos y maquinaria para preparar el espacio. No tenemos ninguna de las dos cosas”, se lamentó. “Sin esas dos cosas, no podemos ni siquiera empezar a preocuparnos por la falta de tiendas de campaña, ya que no tendremos ningún sitio donde colocar esas tiendas”, subrayó, precisando que se está hablando ya con el cuerpo de ingenieros del Ejército estadounidense.

Otro factor importante a tener en cuenta de cara al futuro es que en Haití pueden producirse nuevos terremotos, según el US Geological Survey (USGS), que se encarga de estudiar los movimientos sísmicos en el mundo entre otras cuestiones.

“Con las comunidades de tiendas de campaña no hay tanto riesgo de derrumbamiento de edificios en terremotos, sino más bien riesgos secundarios de corrimientos de tierra y problemas de drenaje”, subrayó David Applegate, experto del citado organismo. “La reconstrucción a largo plazo debe tener en cuenta la proximidad de la falla, mientras que la reubicación a corto plazo debe prestar atención a las zonas proclives a las inundaciones”, explicó.

CAMPAMENTOS TEMPORALES

En todo caso, desde Oxfam Internacional se reclamó este martes al Gobierno haitiano y a la comunidad internacional que los nuevos campamenstos creados para las personas desplazadas sean temporales y se trabaje en la reconstrucción urgente de las viviendas de toda esa población para que puedan volver lo antes posible a sus hogares.

“El objetivo es que la gente vuelva a hogares seguros tan pronto como sea posible”, subrayó la coordinadora de acción humanitaria de Intermón Oxfam, Elena Sgorbati, quien incidió que aunque sea “más fácil” a la hora de atender a estas personas el que estén en campamentos, “no podemos perder de vista la necesidad de viviendas permanentes para estas personas”.

Por otra parte, defendió que “nadie debe ser obligado a mudarse allí, la elección debe ser voluntaria”. Además, “deben ser un refugio seguro real, con los servicios públicos básicos para todos los residentes, como el acceso a puestos de trabajo, escuelas y tiendas”, precisó. Por último, “debe haber una estrategia de salida clara. Los campamentos no deben convertirse en almacenes de personas esperando un hogar permanente que nunca llegará”, remachó.

Entretanto, unos 6.000 haitianos de la capital se están beneficiando ya del programa 'dinero a cambio de trabajo' del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) ayudando a retirar escombros o reparando las calles. El programa, que se espera llegue a incluir a 220.000 personas, permite que sus beneficiarios ganen hasta 5 dólares al día.

La ONU hizo el pasado 15 de enero un llamamiento solicitando 575 millones de dólares para ayudar a Haití a superar los efectos del terremoto, que ha dejado ya 150.000 muertos confirmados. Según indicó Naciones Unidas ayer en un comunicado, hasta el viernes pasado se habían recibido 241 millones de dólares, es decir, aproximadamente el 40% de los fondos solicitados.