Robert Hawkins, un joven armado de 20 años mató este miércoles a ocho personas e hirió a otras cinco, dos de ellas de gravedad, en un centro comercial de la ciudad estadounidense de Omaha (Nebraska) en uno de los tiroteos más graves ocurridos este año en los Estados Unidos.
El presidente estadounidense, George W. Bush, señaló en un comunicado que se “siente profundamente consternado” por lo ocurrido y dijo confiar en que los afectados por el incidente “podrán hacerse fuertes y consolarse mutuamente a la hora de enfrentarse a la tragedia”.
Además, Bush señaló que “sus pensamientos y sus oraciones están con las víctimas y sus familiares”.
El presidente estadounidense había visitado este miércoles la ciudad para asistir a un acto electoral para la recaudación de fondos, aunque abandonó la localidad horas antes de que ocurriera el incidente.
Tras los hechos, el pistolero fue hallado muerto en la tercera planta del centro comercial con una herida que se había auto infligido.
Sus víctimas fueron encontradas en el segundo y parte del tercer nivel de la zona de tiendas, informó la sargento de la policía local, Theresa Negron.
El joven, que iba vestido con un chaleco y un corte de pelo militar, dejó una nota en su casa, hallada por su madre, en la que aseguraba que “quería morir con estilo”, según reveló la cadena local de televisión KETV.
De acuerdo a varios testigos presenciales, el atacante inició los disparos a bocajarro desde una de las barandillas del tercer piso del centro comercial.
Aparte de su deseo manifiesto de morir con estilo, se desconocen otras motivaciones por las que el pistolero llevara a cabo el ataque.
La policía tuvo conocimiento de los hechos tras recibir una llamada de una de las personas que se encontraban en el interior del centro comercial en el momento de los hechos e “incluso se podían escuchar los tiros”, agregó Negrón en una conferencia de prensa improvisada en los alrededores del lugar.
La zona fue inmediatamente acordonada y a ella acudieron numerosos vehículos de la policía, los bomberos y ambulancias.
El centro comercial, uno de los más concurridos de la ciudad, tiene tres plantas en las que se reparten más de 135 tiendas y restaurantes.
Nada más ocurrir el tiroteo se multiplicaron las escenas de pánico y los clientes que en ese momento se encontraban en el centro comercial buscaron refugio en las diversas tiendas del mismo, agregó Negrón.
Tras los hechos, la policía ordenó a los familiares de los clientes del centro a que esperaran a sus seres queridos en un hotel de la ciudad.
“Escuchamos alrededor de 30 y 40 disparos y vimos que alguien sangraba en una de las escaleras mecánicas”, dijo Jennifer Cramer, una de las testigos presenciales, a KETV.
Este es el segundo tiroteo masivo que se produce en un centro comercial en Estados Unidos este año.
El pasado mes de febrero cinco personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en un centro comercial en Salt Lake City.
Se da la circunstancia de que el autor del tiroteo fue otro joven, en este caso de 18 años, llamado Sulejman Talovic.
Este tipo de tiroteos es un hecho frecuente en Estados Unidos, donde la posesión de armas es algo generalizado y el derecho a poseerlas es motivo de acalorados debates.
A mediados del pasado mes de abril la Universidad Técnica de Virginia fue escenario de uno de los peores tiroteos masivos en la historia del país, cuando un estudiante mató a 32 personas antes de quitarse la vida.
En octubre de 2006 un transportista y recolector de leche de granjas de la colectividad religiosa amish, maniató y posteriormente mató a diez niñas de entre 6 y 14 años en un colegio típico de este grupo de personas en Pensilvania.
Previamente, en marzo de 2005, un joven de 16 años mató a cinco estudiantes, una profesora y un guardia de seguridad en el Colegio Red Lake del norte de Minesota antes de suicidarse.