Entre 4.000 y 5.000 personas han cruzado la frontera para pasar de Libia a Túnez durante la madrugada de este miércoles, según han informado fuentes del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), institución que trabaja con las autoridades tunecinas para recibir a estos ciudadanos e identificar a los posibles refugiados.
Según han señalado las mismas fuentes, entre las personas que han cruzado la frontera hay tanto emigrantes económicos como personas que huyen de una persecución en Libia. La mayoría son de nacionalidad libia, aunque también se ha identificado a personas de otros países, como Argelia o Egipto.
El Alto Comisionado ha desplegado un equipo en la frontera entre Libia y Túnez en el que se registra, entrevista y documenta a estas personas para distinguir a quienes son emigrantes económicos de quienes necesitan protección internacional porque están perseguidos por el régimen de Muamar Gadafi. En los próximos días, se enviará un segundo equipo de trabajo, según las mismas fuentes.
ACNUR ha destacado la “generosidad” de las autoridades tunecinas, que han dejado la “frontera abierta” permitiendo prácticamente la libre circulación de las personas que salen de Libia. La institución trabaja con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Túnez para analizar la repercusión que tendrá el éxodo de libios a su país y analizar el tipo de asistencia que puede necesitar.
El Alto Comisionado afirma que “no sería de extrañar” que los países europeos comiencen a recibir solicitantes de asilo procedentes de Libia, así como grupos de inmigrantes en los que se mezclen, como ocurrió en Sicilia y Lampedusa, quienes emigran por razones económicas con aquellos que necesitan protección internacional.
No obstante, en España no hay tradición en este sentido. La comunidad de ciudadanos libios se reduce a 37 personas, según el Ministerio de Trabajo e Inmigración, y en todo el año pasado sólo se cursó una petición de asilo con esta nacionalidad. Además, las fuentes de ACNUR señalan que las revueltas en Túnez y Egipto no han generado solicitudes de asilo a España procedentes de estos países.
Por otra parte, ACNUR ha incidido en la “preocupante” situación de los cerca de 8.000 ciudadanos de distintos países del mundo que residen en Libia en calidad de refugiados y los casi 3.000 que se encuentran en el país en espera de que se resuelva su petición de asilo.
Según ha informado ACNUR, muchas de estas personas proceden de países del África Subsahariana, al igual que los mercenarios contratados por Gadafi para aplastar las revueltas, lo que está provocando que se les confunda con los asesinos y se les persiga, pasando así de ser personas bajo protección a “convertirse en objetivo”. “No se atreven casi ni a salir de casa”, explican desde el Alto Comisionado.