El ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno marroquí, Jalid Naciri, ha denunciado la deriva “rencorosa y racista” de ciertos medios de comunicación españoles con respecto a Marruecos.
“Estos mismos medios de comunicación nos habían acostumbrado desde hace mucho tiempo, en especial tratándose de las cuestiones relativas a nuestro Sáhara, a enfoques parciales y incumplimientos extremadamente graves de la deontología. Está demostrado que no se trata de simples errores profesionales o lecturas sesgadas de los acontecimientos”, señaló Naciri en rueda de prensa recogida por la agencia de noticias oficial, MAP.
“En efecto, asistimos a un recurso sistemático a procedimientos engañosos, a técnicas innobles, a manipulaciones abyectas y a montajes inmundos en diferentes tipos de soportes mediáticos españoles: agencias de noticias, prensa escrita, radio, televisión y sitios web”, aseguró.
Contra la agencia EFE
El ministro se refirió en particular a la agencia EFE, “que no vaciló en difundir la mentira odiosa de la existencia de cadáveres en las calles de El Aaiún”. “Esta misma agencia ha traspasado todos los límites de lo moralmente aceptable difundiendo la imagen de niños palestinos víctimas de bombardeos en Gaza en 2006, y presentándolos falazmente como víctimas de los acontecimientos de El Aaiún. Estas imágenes dieron la vuelta a los medios de comunicación españoles, que hicieron el uso propagandístico que ya conocemos”, apuntó.
Naciri mencionó asimismo a Antena 3, que “no contenta con explotar el tópico en cuestión, ha recurrido hoy mismo a la explotación vergonzosa de las imágenes de un crimen indecente cometido en Casablanca el 26 de enero de 2010, presentándolas como pruebas de los crímenes supuestamente cometidos en el Sáhara”, agregó.
El portavoz del Gobierno alauí se refirió además a la expulsión del corresponsal del diario ABC en Rabat, Luis de Vega, “que se permitió calificar a nuestro país de dictadura y a los marroquíes de colonos”.
“Este mismo periodista había mentido anunciando que las calles de El Aaiún estaban cubiertas de cadáveres, cuando las fuerzas del orden marroquíes no recurrieron a las armas de fuego”, apostilló.
Con respecto al corresponsal de El País, Ignacio Cembrero, dijo que “publicó un comunicado inexistente atribuido al comité del campamento de El Aaiún reclamando 'la autodeterminación del pueblo saharaui', una información que fue retirada varias horas más tarde, después de que el mal ya estaba hecho”.
“Es conveniente citar también el comportamiento ilegal e indigno de periodistas españoles que están ejerciendo clandestinamente en Marruecos y que lo anuncian orgullosamente en la Cadena Ser”, dijo. “Nos encontramos pues ante un llamamiento al odio y una incitación a la violencia. Se trata también de una grave manipulación de la opinión pública española, con el fin de exacerbar sus sentimientos contra el Reino de Marruecos, con el fin de reanimarlos, en una auténtica deriva rencorosa y racista”, concluyó.