La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, y su hija pequeña, Sasha, han finalizado este domingo sus vacaciones en España, donde han permanecido cinco días en la Costa del Sol desde donde han volado a primera de este domingo en dirección a Palma para almorzar en el Palacio de Marivent con los Reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía, y la Princesa, Doña Letizia, mientras que la Infanta Elena se ha sumado al café a las 13.49 horas.
Así, la familia Obama ha abandonado la residencia estival de los Monarcas en la capital balear, bajo un gran despliegue de seguridad a las 14.11 horas, dado que estaba previsto que a las 14.30 horas despegara desde la base militar del Aeropuerto de Palma el avión que les llevará a Washington, donde se reencontrarán con el presidente de EEUU, Barack Obama.
Estas vacaciones coincidieron con el cumpleaños de Barack Obama, quien cumplió 49 años el pasado 4 de agosto, por lo que una vez en la capital estadounidense, Michelle y su hija pequeña de 9 años celebrarán este aniversario, al que también se sumará la hija mayor, que se encuentra en un campamento de verano.
De este modo, Michele y Sasha ponen así fin a sus vacaciones estivales en España, adonde llegaron el pasado miércoles para permanecer cinco días en Málaga, donde se alojaron en el hotel Villa Padierna, un establecimiento de cinco estrellas gran lujo ubicado en la localidad malagueña de Benahavís y operado por la cadena Ritz Carlton.
Durante estos días, la familia Obama han visitado Marbella, Granada, Estepona y Ronda y, además de disfrutar de las playas de la Costa del Sol, han tenido tiempo incluso para bailar flamenco.
Así, desde el aeropuerto de Málaga, al que llegaron el pasado miércoles, junto a un grupo de amigos, se desplazaron por carretera al hotel Villa Padierna. Por la tarde pasearon por el casco antiguo del vecino municipio de Marbella, haciendo pequeñas compras y cenando en un restaurante de la plaza de la Iglesia.
Intensa jornada en Granada
Granada fue el destino del segundo día de la visita de las Obama. Una intensa jornada que incluyó la Catedral; la cueva La Rocío del emblemático barrio del Sacromonte, donde disfrutaron de un espectáculo flamenco de la mano del bailaor Juan Andrés Maya y su familia, y el conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife.
Después de esta jornada de turismo cultural, Michelle y Sasha Obama disfrutaron el viernes de su primer día de playa en la Costa del Sol; en concreto, fueron al club que el hotel Villa Padierna tiene en Costalita, en Estepona, a escasos kilómetros de donde se ubica el complejo hotelero. Por la tarde, la pequeña estuvo en el parque Selwo Aventura, también en esta localidad malagueña.
La ciudad de Ronda fue la elegida por la primera dama para pasar el sábado. La bicentenaria plaza de toros, el Tajo, la iglesia de Santa María la Mayor, la Casa de Don Bosco, la del Rey Moro o el Puente Nuevo fueron algunos de los monumentos más emblemáticos que visitaron. Al finalizar el recorrido, Michelle Obama se mostró tan satisfecha de la experiencia que dijo estar dispuesta a volver.
Finalmente, la mujer del presidente de Estados Unidos decidió para su última noche en la Costa del Sol cenar con unas amigas en el restaurante La Meridiana de Marbella.
Sasha, la gran protagonista en Palma
Durante su visita a Palma, la gran protagonista ha sido la hija pequeña del presidente estadounidense, al insistir a su llegada al Palacio de Marivent en querer salir en la foto oficial, llegando incluso a tirar del brazo del Rey Don Juan Carlos en el momento en que éste se disponía a acompañarla unos metros más allá para que se pudiera llevar a cabo la fotografía.
Sin embargo, tras insistir la niña, Michelle llamó a su hija, quien vestía un tutú amarillo y una camisa sin mangas color salmón, así como unas bailarinas doradas, y que se acercó a su madre para finalmente participar en el posado.
Fuentes de la Casa Real han informado de que en principio estaba previsto que la niña ni siquiera saludara a los Reyes, de forma que iba a salir por la puerta trasera del vehículo blindado. Sin embargo, una vez han llegado a las 12.33 horas al Palacio de Marivent, la niña, en contra de lo que estaba previsto, fue la primera en salir por la misma puerta del vehículo por la que lo hizo su madre minutos después, de forma que lo primero que ha hecho el Rey ha sido saludar a la pequeña, haciéndole un gesto de broma en la cara y dándole dos besos.
Posteriormente, Don Juan Carlos saludó a Michelle Obama, ataviada con una falda de color salmón, coincidiendo con el de la falda de su hija, y con una blusa blanca sin mangas con dos grandes lazos atados uno en la espalda y otro en el hombro, así como las mismas bailarinas doradas que su hija. A continuación, tras saludar al monarca con dos besos, la niña y la madre dieron dos besos a la Reina, enfundada en un pantalón blanco y un blusón estampado y de tonalidades azules con manga de tres cuartos y zapatos de esparto.
Otra de las anécdotas se produjo cuando Doña Letizia salió del palacio, quedándose arriba sin bajar las escaleras y esperando a que Sus Majestades saludaran a la primera dama y a su hija, tras lo cual Don Juan Carlos, que vestía una camisa blanca sin corbata, chaqueta azul marino y pantalón gris, ha invitado a bajar a la Princesa de Asturias, que lucía un vestido blanco sin mangas y con zapatos de tacón, para finalmente saludar a Michelle y Sasha con dos besos.
Posado ante 47 medios acreditados
Posteriormente, todos ellos han posado ante los 47 medios de comunicación acreditados y procedieron a entrar en marivent para iniciar el almuerzo, compuesto por un gazpacho andaluz con guarnición, una suprema de rodaballo a la plancha, escalopines de ternera a la mostaza, arroz oriental con salteado de setas y tumbet mallorquín. Mientras tanto, de postre degustarán una selección de frutas cortadas con helado, todo ello regado con Marqués de Riscal (limousin blanco) y Remírez de Ganuza (reserva 2003).
Durante el almuarzo, según han informado fuentes de la Casa Real, la Reina ha regalado a Michelle y a Sasha así como a la hija mayor del presidente estadounidense collares de artesanía balear, mientras que el Rey ha obsequiado a la primera dama estadounidense con semillas de productos de plantas hortícolas con el fin de que las pueda cultivar en su huerto de la Casa Blanca.
La visita de Obama a Palma ha generado una gran expectación mediática en la capital balear dado que para el almuerzo de los Reyes se han acreditado 47 medios, entre ellos cinco internacionales, y 67 periodistas. Además, alrededor del Palacio incluso un bar ha colocado un cartel que rezaba Welcome Michelle.
Antes de Michelle Obama, otros miembros del Gobierno de EEUU visitaron Palma, de forma que el primero fue Jimmy Carter en 1992, quien visitó el Castillo de Bellver con su mujer Rosalyn y uno de sus hijos, mientras que, posteriormente, el ex-presidente George Bush padre recaló en la capital balear en 1993, junto a su mujer.
Asimismo, el ex-presidente Bill Clinton visitó Palma en 1997, coincidiendo con su mandato, y lo hizo acompañado de su mujer y actual secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, quienes visitaron la Catedral de Mallorca y el centro de la capital balear.