MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Miles de tripulantes de al menos 28 vuelos quedaron atrapados en la pista del aeropuerto JFK de Nueva York durante horas, en un caso hasta once, a causa de la tormenta de nieve que obligó a cancelar los vuelos. Todos los aviones procedían del extranjero.
La directora ejecutiva de la organización Derechos de los Viajeros, Kate Hanni, cree que este último incidente va a suponer un “punto de inflexión” de cara a endurecer la legislación. El Departamento de Transporte medita la posibilidad de cambiar estas medidas para incluir los vuelos que llegan de otros países.
En su opinión las nuevas normas federales deben contemplar penalizaciones a los retrasos de este tipo también para los vuelos internacionales. Hasta ahora solo se penalizaba si se trataba de vuelos domésticos.
En el aeropuerto neoyorquino de La Guardia, cuatro vuelos domésticos de las aerolíneas American Eagle tuvieron retrasos de más de dos horas en la pista el pasado martes, según ha informado Steve Coleman, portavoz de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. En estos casos se llevó a los tripulantes a la terminal en autobús, algo que en el JFK no sería posible porque antes deben pasar por los procedimientos de seguridad e inmigración.
Al partir de sus lugares de origen, los vuelos paralizados no habían comprobado si iban a disponer de puerta de acceso al aeropuerto, añade Coleman, quien adelanta que podrían haber sido más de 28 los vuelos afectados, a la espera de recabar toda la información necesaria.