Miles de personas lloran a las víctimas del incendio en el edificio de Shangái

SHANGHÁI, 21 (Reuters/EP)

Miles de personas se han concentrado en señal de duelo frente al edificio de apartamentos destruido el pasado lunes en Shangái por el incendio que se cobró la vida de 58 personas y del que se responsabiliza a las escasas medidas de supervisión, así como a prácticas laborales ilegales.

Familiares de las víctimas comenzaron a llegar a primera hora del día, dejando flores y coronas frente a imágenes de sus seres queridos fallecidos. Al avanzar la mañana, residentes estimaron que al menos 10.000 personas se habían dado cita para ofrecer sus condolencias.

“No decimos esto porque ella dejó este mundo”, recordó Chen Huiyang, quien perdió a su prima de 38 años, Wang Fang, en el siniestro “pero estaba llena de amor y amaba a su padre y madre”. Mientras, Policía y voluntarios mantenían el orden mientras la multitud hacía fila para depositar flores en una de las entradas del edificio de 28 pisos.

Muchos se organizaron a través de Internet para reunirse en la calle frente al inmueble siniestrado siete días después del incendio, una tradición común en el ciclo de duelo en China que dura hasta siete semanas.

Actuando rápidamente para calmar la inquietud de los residentes, la policía china ha detenido a 12 personas en conexión con el incendio, que se cree habría sido causado por chispas producidas por labores ilegales de soldado. Entre los detenidos se encontraban supervisores de proyecto y asesores de construcción, según informó el viernes la agencia de noticias Xinhua.

Las autoridades han deseado llevar a cabo una rápida investigación para reducir el malestar público en Shanghái, una ciudad con una población urbana de unos 13 millones de habitantes que busca proyectarse como una metrópolis moderna y global. En este sentido, el Gobierno de Shangái ha ordenado controles e inspecciones de seguridad en toda la ciudad tras el siniestro, mientras las autoridades centrales de Pekín han prometido fiscalizar con severidad las prácticas poco estrictas en los sitios de construcción y áreas públicas en las ciudades más importantes del país.