YAMENA, 21 (EUROPA PRESS/Isabel Vega)
Más de dos millones de personas no tienen el alimento garantizado para los próximos meses en Chad, especialmente en las seis provincias que coinciden con la zona del Sahel, que concentra al 55% de los afectados. Allí más de medio millón de hombres, mujeres y niños padecen ya una hambruna que irá extendiéndose si la ayuda no llega antes del mes de junio, conforme han explicado los responsables de la ONGD española Intermón Oxfam y Oxfam Reino Unido que trabajan en el país.
En declaraciones a los medios convocados en Yamena como parte de una campaña sobre la situación en la región, el director de Intermón en Chad, Abakar Mahamat y su homóloga de Oxfam Reino Unido, Pauline Ballaman, señalaron que el de Chad no es un caso aislado, ya que en toda la franja del Sahel, unos diez millones de personas están sufriendo una “grave crisis alimentaria”.
Sin embargo, en el país gobernado por Idriss Déby la situación es diferente dada la “falta de visibilidad” que según Ballaman, tiene la población ya que “todos los esfuerzos” se concentran en la frontera este, donde residen bajo tutela internacional cientos de miles de refugiados de Darfur y donde “ahora está la atención mediática” por la próxima retirada de las tropas de estabilidad enviadas por la ONU (Minurcat). Además, apostilló, el terremoto de Haití “ha centrado gran parte de los recursos”.
Mientras tanto, en regiones como Kanem “la gente ya está muriendo de hambre”, conforme señala Mahamat, para explicar que en la actualidad, Oxfam está utilizando fondos recaudados en campañas anteriores porque no se han incrementado las nuevas donaciones con destino a Chad. En total, la organización sólo dispone del 40% del dinero necesario para responder ante la escasez de alimento de los ciudadanos.
“El principal problema es que como la gente no tiene nada que comer, abandona el campo y se va a las ciudades a trabajar como mano de obra barata o buscarse la vida como sea, de forma que no trabaja la tierra y no siembra, así que aunque vengan las lluvias a partir de junio o julio, no tendrán cosecha que recoger en octubre y el problema se agravará de un año para otro”, lamenta Mahamat.
Por eso, la organización apuesta por iniciativas de “comida por trabajo”, para permitir que los agricultores tengan su alimentación básica cubierta y puedan dedicarse a trabajar la tierra. Sin embargo, en opinión del responsable de Intermón en Chad, a largo plazo “no es suficiente” porque el país necesita “una respuesta estructural” que les permita maniobrar en caso de sequía, que es cíclica y previsible.
FALTAN 46.000 TONELADAS DE ALIMENTOS
Según estos expertos, son varias las circunstancias que han llevado al país a una situación tan “urgente”. En primer lugar, el avance del desierto del Sáhara hacia el sur inutiliza parte de la tierra de cultivo y reduce las cosechas, que ya en 2009 fueron “escasas”. Al no haber acumulado excedente, la población se encuentra sin recursos para afrontar la época de siembra, que coincide con los meses de verano.
Además, mientras el Gobierno de Nigeria, también afectado por la crisis alimentaria, pidió ayuda de forma “contundente” a la comunidad internacional, en Ejecutivo chadiano lanzó una alerta en noviembre del año pasado que renovó en febrero “pero sin mucho empuje” lo que sumado a la retirada de las tropas de la ONU y a su situación como país productor de petróleo limita en parte las donaciones internacionales.
Con los cálculos de Oxfam, el país necesita 46.000 toneladas de alimento (unos 65 millones de dólares) pero su mercado interno sólo dispone de 7.000 y a un precio inaccesible para la población. La cantidad restante ha sido pedida al Programa Mundial de Alimentos (PAM), que está distribuyendo comida en las zonas más afectadas pero a un ritmo menor del esperado, principalmente por cuestiones de logística.
Según esta ONGD internacional, hay reservas de alimento bajo tutela de la ONU en la zona Este del país, pero están bloqueadas porque responden a donaciones dirigidas y centradas en exclusiva a los refugiados, por lo que urge a la comunidad internacional a dar respuesta y liberar parte de los recursos para que la población de la zona central de Chad pueda hacer frente a la escasez durante los próximos meses.