LONDRES, 30 (Reuters/EP)
El ministro de Economía de Reino Unido, George Osborne, y su homólogo del partido opositor laborista se enfrentaron este domingo sobre el ritmo de las medidas de austeridad, luego de la divulgación de datos económicos negativos y tras una caída en la popularidad del Gobierno liderado por conservadores.
Osborne renovó su compromiso con el alza de impuestos y los cortes de gastos con los que el Gobierno espera eliminar en 2015 el enorme déficit de presupuesto de Reino Unido --cerca del 10 por ciento de la producción nacional--, pese a las cifras divulgadas el martes, que muestran una contracción económica.
La inflación del 3,7 por ciento es casi el doble de la meta del Banco de Inglaterra y la moral del consumidor británico se desplomó a su nivel más bajo en casi dos años en enero, mostró una encuesta.
Encuestas de opinión indicaron esta semana un repunte del apoyo al opositor Partido Laborista y un creciente pesimismo económico.
“Si el lunes por la mañana voy al Parlamento (...) y digo, 'Voy a dejar el plan de reducción del déficit que Reino Unido se fijó el año pasado', ¿Cuál creen que sería la reacción? Dentro de minutos Reino Unido estaría en turbulencia financiera”, dijo Osborne en una entrevista con la BBC que reemitirá el domingo.
“No estoy preparado para permitir que ocurra eso. Requiere decisiones duras y difíciles. A ningún político le gusta recortar el gasto, subir los impuestos de la gente, pero recibí un desastre del Gobierno anterior y estoy tratando de resolverlo”, sostuvo.
El portavoz de Finanzas del Partido Laborista, Ed Balls, criticó al Gobierno en una ofensiva mediática por recortar demasiado el gasto y muy rápido, y por no contar con un plan alternativo.
“El asunto fundamental sobre el crecimiento es que está ocurriendo con la economía, y uno se encuentra con la negación contínua del Gobierno, que afirma que habría turbulencia si no recortaran el gasto ahora”, dijo Balls a la cadena BBC en una entrevista.
“El único plan B que tiene George Osborne consiste en (...) detener la escala drástica de estos recortes de gastos, examinar otra vez estos aumentos de impuestos y entender que si la gente no está trabajando, no paga impuestos, y uno no puede bajar el déficit”, agregó.