NUEVA YORK, 23 (Reuters/EP)
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se comprometió el martes ante su homólogo chino, Hu Jintao, a trabajar en defensa del libre comercio y contra el proteccionismo, después de que las relaciones entre ambos países se hayan crispado por la decisión de la administración norteamericana de gravar la importación de neumáticos procedentes de China.
Durante el encuentro entre ambos líderes, “el asunto de los neumáticos salió” en la conversación, ya que la delegación china se mostró “preocupada”, según afirmó un portavoz del Gobierno estadounidense en una rueda de prensa ofrecida con motivo de la Asamblea General de Naciones Unidas, que reúne estos días a jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo en Nueva York.
Obama subrayó durante la reunión que su país “sigue firmemente comprometido con el libre comercio y la resistencia ante el proteccionismo”, añadió el oficial. Precisamente de proteccionista calificó el Gobierno chino la decisión adoptada hace semana y media y anunció que investigaría si la entrada de carne de pollo y coches procedentes de Estados Unidos perjudicaba al mercado local.
Washington decidió imponer un nuevo impuesto del 35 por ciento sobre las importaciones de neumáticos chinos, algo que desde la Casa Blanca se atribuye únicamente a un refuerzo de las leyes comerciales.
Por otra parte, Obama y Hu discutieron algunos de los temas que se tratarán en la cumbre del G-20 que se celebrará el próximo viernes y que, según los dos líderes, debería sentar las bases de un crecimiento mundial más equilibrado.
El portavoz del Gobierno de Obama indicó que Estados Unidos estaba variando su economía desde una guiada por el consumo hacia otra con “mayor ahorro y con control sobre las cuestiones fiscales”. China, agregó, debería avanzar “hacia una economía basada en un mayor consumo”.
IRÁN Y COREA DEL NORTE
En el ámbito internacional, Obama y Hu dialogaron principalmente sobre Irán y Corea del Norte, dos países que afrontan críticas similares por sus controvertidas industrias nucleares.
Washington intenta que China y Rusia se unan a la comunidad internacional en su presión a Irán, que incluso ha sido acusado de construir armamento nuclear, algo que desde Teherán se niega. El régimen iraní ha repetido en incontables ocasiones que su programa de enriquecimiento de uranio sólo tienen fines pacíficos.
Ante Hu, Obama “destacó la importancia de la cuestión nuclear iraní en relación a los intereses de seguridad nacional estadounidenses”, aseveró su portavoz.
En cuanto a Corea del Norte, Obama habló de la necesidad de que Pekín persuada a Pyongyang para que abandone su programa armamentístico y regrese a las conversaciones a seis bandas con las potencias internacionales. China podría actuar a este respecto, por ejemplo, aplicando con firmeza las rondas de sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.