El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha confirmado en una entrevista a la cadena de televisión CBS que el Gobierno finalmente no publicará ninguna fotografía del cadáver del líder de Al Qaeda, Usama bin Laden.
Desde la operación que concluyó con la muerte de Bin Laden, realizada el pasado lunes en la localidad paquistaní de Abbottabad, los medios de comunicación han especulado sobre la posibilidad de que se hiciese pública una imagen de Bin Laden ya fallecido, con el objetivo de demostrar su muerte.
El director de la CIA, Leon Panetta, adelantó el miércoles que las autoridades publicarían al menos una fotografía del fallecido, después de que grupos islamistas de Pakistán y Afganistán hayan puesto en duda la veracidad de la información proporcionada por Estados Unidos y de que Internet se haya convertido en vehículo de difusión de varias imágenes fraudulentas.
Sin embargo, Obama finalmente ha salido al paso de los rumores para aclarar, en una entrevista al programa de la CBS 60 minutos, que no hará públicas las imágenes. “Es importante asegurarnos de que fotos muy gráficas de alguien que fue disparado en la cabeza no incitan a una mayor violencia o se convierten en una herramienta de propaganda”, ha declarado el presidente, quien no considera las imágenes un “trofeo”.
En este sentido, ha asegurado que “dada la gráfica naturaleza de la fotografía, crearía un riesgo de seguridad nacional”, al tiempo que ha reiterado que están “plenamente seguros” de que la víctima era Bin Laden. “No hay duda”, ha agregado.
Tampoco tienen duda “los miembros de Al Qaeda” de que Bin Laden “está muerto”, según Obama, por lo que la publicación de una imagen de su cadáver no tendría por qué cambiar nada. Pese a que “va a haber gente que lo niegue”, el hecho “es que ya no se verá a Bin Laden caminando por la Tierra”.
El mandatario aparentemente no estaba convencido de hacer pública esta imagen, según fuentes consultadas por la cadena ABC. Entre los detractores de divulgarla estarían dos pesos pesados de su administración, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el secretario de Defensa, Robert Gates.
Tanto Clinton como Gates temían que la publicación de la foto únicamente alimentase la venganza contra intereses norteamericanos, especialmente cuando el escepticismo en torno a la muerte de Bin Laden es reducido. El hecho de que una de las mujeres del líder de Al Qaeda que sobrevivió al operativo desarrollado en Abbottabad haya sido quien ha identificado el cadáver parece haber actuado como elemento disuasorio en este sentido.
“Los únicos escépticos son los extremistas y no se convencerían de todas formas por ninguna fotografía”, ha asegurado una fuente del Gobierno de Estados Unidos consultada por ABC. La fuente considera que la posibilidad de que la imagen se convierta en una excusa para nuevos ataques es “enorme”.
También se ha mostrado contrario a la publicación el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Rogers, porque entiende que “los riesgos superan a los beneficios”. “Las teorías conspirativas del mundo dirán que las fotos están retocadas y hay un riesgo real de que su publicación sólo sirva para inflamar a la opinión pública en Oriente Próximo”, ha asegurado.
Rogers ha puesto un ejemplo: “Imagina cómo reaccionaría el pueblo estadounidense si Al Qaeda asesinase a uno de nuestros militares y pusiese las fotos de su cuerpo en Internet”. El líder republicano ha abogado por pasar página y ha recordado que Bin Laden está muerto y lo que toca es “seguir luchando hasta que Al Qaeda sea eliminada”.
Imagen truculenta
Otro elemento que Washington estaba valorando para difundir la imagen era su propio contenido, “truculento” según ha explicado un periodista de la CBS que ha hablado con miembros de la Casa Blanca.
Según las versiones recabadas tanto por CBS como por la cadena británica Sky News, de las dos heridas de bala que presenta el cadáver -pecho y cara- la más cruda es la que se encuentra sobre su ojo izquierdo. El disparo supuestamente abrió la cabeza de Bin Laden y en la fotografía se apreciaría masa encefálica. Uno de los ojos, además, estaría fuera de su órbita.