BRUSELAS/MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Los ministros de Defensa de la OTAN y de los países socios que contribuyen a la operación en Libia como Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Jordania, analizarán en un almuerzo de trabajo este miércoles en Bruselas sus contribuciones en el país norteafricano después de que se haya acordado prorrogar la misión otros 90 días hasta finales de septiembre y comenzarán a preparar la era post Gadafi.
El secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, ha avanzado que pedirá a los aliados y socios que aporten medios adicionales “si es posible” para mantener la operación militar en Libia y que den una “mayor flexibilidad” a su uso con el objetivo de garantizar repartir la carga en la misión, que está dando resultados “consolidados” para degradar las fuerzas militares del dirigente libio.
El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, que se despide de sus colegas en esta ministerial tras anunciar hace meses su intención de abandonar el cargo, también instará a los países “que tienen capacidades” a aportar medios de ataque, según han avanzado fuentes diplomáticas estadounidenses que insisten también en la necesidad de respetar el principio de “reparto de la carga”.
Desde que la OTAN asumió el mando de las operaciones en Libia, el pasado 31 de marzo, las fuerzas aliadas han destruido “casi 1.800 objetivos militares legítimos”, incluidos unos 100 centros de mando y control del régimen utilizados para organizar sus ataques contra la población civil, así como más de 700 depósitos de municiones y casi 500 tanques y otros vehículos armados, según Rasmussen.
Sin embargo, de los 27 países de la OTAN y socios que contribuyen a la misión, sólo nueve participan en misiones de ataque a tierra, incluidos Francia, Reino Unido, Noruega, Bélgica, Dinamarca, Canadá, Italia, Estados Unidos y Qatar, según han precisado fuentes diplomáticas.
A pesar de la petición expresa de la OTAN y Estados Unidos para que socios como España aporten nuevas capacidades de ataque, España, que aporta cuatro cazas F-18 y dos aviones de reabastecimiento en vuelo para contribuir a aplicar la zona de exclusión aérea y un submarino y un avión de patrulla marítima para aplicar el embargo de armas, ya ha rechazado en el pasado participar en bombardeos en Libia. Fuentes diplomáticas dan por hecho que España mantendrá “lo mismo” en los próximos meses.
PREPARAR LA ERA POST GADAFI
Los Veintiocho comenzarán a preparar, junto a los socios, “la era post Gadafi”. “Vamos a comenzar a discutir cómo nos preparamos para el día en que se marche Gadafi porque ese día se está acercando. Gadafi pertenece al pasado”, ha asegurado Rasmussen, que ha descartado sin embargo “un papel primordial” para la OTAN una vez cumplida la operación, aunque ha avanzado que la Alianza podría ayudar a las autoridades libias a reformar el sector de seguridad y garantizar unas fuerzas de seguridad libias “modernas y democráticas”.
Antes del almuerzo, los ministros de Defensa salvo el francés analizarán el equilibrio necesario entre sus respectivos contingentes nuclear, de fuerzas convencionales y la defensa antimisil en el marco del grupo de trabajo de Planes Nucleares y, tras el almuerzo, se reunirán con su homólogo ruso, Anatoli Serdiukov, en el marco del Consejo OTAN-Rusia, la primera vez en tres años que se reúnen a este nivel los responsables de Defensa para analizar la revitalización de la cooperación militar entre las partes, incluido en materia de defensa antimisil.
A pesar de su rechazo inicial, Moscú ha acabado por aceptar la exigencia de los aliados de crear dos sistemas de Defensa antimisil “separados”, pero coordinados entre sí, aunque ha exigido “una garantía escrita jurídica” de que el futuro sistema de la OTAN, muy entrelazado con el sistema que está comenzando a desplegar Estados Unidos en Europa, no será una amenaza para los rusos, según han avanzado fuentes diplomáticas.
RETAMARES POR UN CENTRO DE OPERACIONES AÉREAS
Los Veintiocho analizarán durante la cena del Consejo del Atlántico Norte, máximo órgano de decisión del organismo de defensa eutoatlántico, la propuesta de reforma de la estructura militar de la OTAN que les presentará el secretario general aliado y que, según ha podido constatar Europa Press, prevé cerrar los dos cuarteles generales terrestres ubicados en Retamares (Madrid) y en la localidad alemana de Heidelberg y propone crear otro en Turquía.
El plan del secretario general de la OTAN prevé reducir de 11 a 7 los cuarteles generales de la OTAN y las agencias de 14 a 3. El número de personal contratado en la estructura militar de mando pasaría de unos 13.500 actuales a algo menos de 9.000 en términos generales.
El secretario general aliado ha reconocido que espera que los Veintiocho alcancen “el consenso” y que respetarán el acuerdo de dar luz verde a la reforma, aunque ha reconocido que es consciente de que la reducción implica “un desafío para los intereses nacionales en juego”. “Espero que alcancemos el consenso”, ha recalcado, dado que se requiere la unanimidad de todos los aliados para poner en marcha la reforma, aunque fuentes diplomáticas se han mostrado más cautas de que habrá acuerdo en esta reunión.
España ya ha expresado su desacuerdo a Rasmussen por la propuesta de reforma de la estructura de mandos de la organización, que plantea el cierre de Retamares. No obstante, la batalla del Gobierno español no es la permanencia de este cuartel, sino conseguir la sede de uno de los dos Centro Combinado de Operaciones Aéreas (CAOC), algo que el secretario general de la Alianza Atlántica también ha negado ante la posibilidad de crear un único centro en Italia.
Según fuentes militares, sólo España, Portugal y Luxemburgo mostraron “desacuerdo y descontento” con la propuesta del secretario general. La negativa portuguesa parte de la desaparición de su cuartel general en la nueva estructura, aunque se le ha ofrecido un centro multinacional que se trasladaría desde Italia.
El apoyo de España a los cambios puede pasar sin la permanencia de Retamares, pero no sin compensaciones de tipo estratégico, como la instalación de un CAOC, que pueden completarse con otras de tipo económico, tal como mayor apoyo financiero a los cuarteles de alta disponibilidad de Rota (Cádiz) y Bétera (Valencia), que forman parte de la estructura de fuerzas de la organización.
TRANSICIÓN Y REDUCCIÓN DE EFECTIVOS EN AFGANISTÁN
Al día siguiente, el 9 de junio, los ministros de Defensa y sus homólogos del resto de países que contribuyen a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad afgana (ISAF) analizarán la misión en el país asiático, actualmente integrada por 150.000 efectivos, a la luz del plan de transición pactado en marzo para comenzar en julio la transferencia de la responsabilidad de los primeros siete distritos y provincias seleccionados a las fuerzas afganas.
Rasmussen se ha mostrado confiado en que el mandatario estadounidense, Barack Obama, que ya anunció hace meses que Estados Unidos comenzaría a replegar sus tropas de Afganistán en julio de 2011, no tomará ninguna decisión que tenga “un impacto negativo” para la seguridad sobre el terreno después de que el propio Gates haya advertido este lunes en Afganistán del riesgo de una retirada temprana.
Aunque fuentes diplomáticas estadounidenses han reconocido este lunes que “no se ha tomado ninguna decisión” sobre el número de efectivos y la fecha para empezar a retirarlos, fuentes militares estadounidenses desplegadas en Afganistán han reconocido a Europa Press que esperan que la reducción “de unos 30.000” efectivos se lleve a cabo “en breve” de los 100.000 que tiene desplegados. Otras fuentes reducen esta cifra a entre 3.000 y 5.000 efectivos en una primera fase de repliegue.