PARÍS, 27 (EUROPA PRESS)
El Gobierno francés respondió este viernes al Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas (CERD, por sus siglas en inglés), que reprobó las últimas expulsiones de gitanos, y señaló que las medidas “de naturaleza discriminatoria” van en contra de “los principios y valores de Francia”.
El comité de 18 miembros ha instado a París a que intente integrar a los miembros de la mayor minoría étnica existente en la Unión Europea en lugar de enviarles al este de Europa y declaró que algunos de los cientos de gitanos repatriados no han sido bien informados de sus derechos ni han accedido libremente al traslado. Asimismo, también han alertado del aumento preocupante del racismo y la xenofobia en los discursos de algunos políticos.
Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores galo reiteró este viernes la defensa del programa de expulsiones y subrayó que “las medidas de naturaleza discriminatoria por origen, raza o religión, son ajenas a los principios y valores de Francia”. “Nuestra historia y nuestras leyes se fundamentan, en cambio, en el principio de igualdad que está claramente definido en la Constitución”, explicó el portavoz.
En este sentido, el Ejecutivo de Nicolas Sarkozy insiste en que “respeta escrupulosamente la legislación europea, así como los acuerdos internacionales en materia de Derechos Humanos” con sus controvertidas expulsiones.
Aunque entiende que tanto Rumanía como Bulgaria --países de origen de la mayoría de los gitanos-- forman parte de la Unión Europea, París pone el límite a las llegadas en “el respeto al orden público” y en que “no representen una carga excesiva para el sistema de asistencia social”. “La determinación de estos elementos deriva de un examen particular de cada situación individual”, añadió el portavoz del Ministerio.
La Administración Sarkozy completa las repatriaciones con una “ayuda específica” --300 euros de base y 100 euros adicionales para cada uno de sus hijos-- que puede ser “completada” por el país de origen de cara a favorecer la “inserción social y profesional” de las personas afectadas por las expulsiones. Tan sólo “una parte minoritaria” de éstas, según el Gobierno galo, corresponde a “procesos de expulsión forzosa” que habrían sido controlados por un juez competente.
COOPERACIÓN FRANCIA-RUMANÍA
La intención de París es que esta política de repatriaciones vaya acompañada de un proceso de cooperación bilateral con los países de origen de los inmigrantes, especialmente Rumanía, con quien el Gobierno francés ya ha comenzado una colaboración “relativa a la inserción social de sus ciudadanos en su país y a la lucha contra la delincuencia y el tráfico de seres humanos”.
El portavoz ministerial destacó la importancia que ha tenido para esta cooperación las reuniones mantenidas “desde 2007” por el ministro Bernard Kouchner y sus homólogos rumanos y la creación de un grupo de trabajo conjunto sobre inmigración. Ambos puntos han permitido la puesta en marcha de “un programa de acción”.
El Gobierno de Francia, que organizó en septiembre de 2008, durante la presidencia de turno de la UE, “la primera cumbre europea sobre los gitanos”, explicará próximamente en Bruselas a la Comisión Europea las últimas repatriaciones, ya que también han recibido críticas del Ejecutivo comunitario.
RECOMENDACIONES
El CERD se mostró este viernes “preocupado por el incremento de los incidentes de violencia y la violencia de naturaleza racista contra los gitanos en el territorio del Estado Miembro (Francia)”.
Los expertos no han pedido a Francia que frene las expulsiones, pero sí que intente “evitar las repatriaciones colectivas y busque soluciones duraderas para solucionar las cuestiones relacionadas con los gitanos sobre la base del absoluto respeto a sus Derechos Humanos”.
En particular, instaron a Francia a que garantice a los gitanos acceso a la educación, a la atención sanitaria y a la vivienda, así como a otras instalaciones temporales en línea con el principio de igualdad. Asimismo, instaron al Gobierno francés a mostrar una mayor comprensión y tolerancia hacia las minorías raciales y étnicas que, a su juicio, son víctimas de los estereotipos y la discriminación.
Francia se comprometió a “examinar con gran atención” las conclusiones del último informe y destacó los aspectos positivos destacados por el comité en relación a la política gala, como la redacción de “un plan nacional de acción contra el racismo” o la “promoción de la igualdad de oportunidades”.