El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha subrayado que los “sionistas son mortales” durante un discurso en el sur de Líbano muy cerca de la frontera con Israel y ha prometido ante miles de seguidores del partido milicia chií Hezbolá que “Palestina será liberada”.
Ahmadineyad hizo estas declaraciones desde Bint Jbeil, escenario de intensos combates entre Hezbolá y los soldados israelíes en el verano de 2006 y subrayó que la localidad se ha convertido en un símbolo de la resistencia a Israel. “El mundo debería saber que los sionistas son mortales (...) hoy en día la nación libanesa está viva y tiene un papel modélico para los países de la región”, ha subrayado.
El presidente iraní, que ha instado a borrar a Israel del mapa, había señalado el miércoles al Gobierno libanés que Irán les apoyará si tuvieran que enfrentarse a algún tipo de hostilidad por parte de Israel.
Bint Jbeil se encuentra a tan sólo 4 kilómetros de la frontera israelí y según el Canal 2 de televisión de Israel los ecos de la ceremonia de bienvenida a Ahmadineyad pudieron escucharse del otro lado de la frontera. La localidad fue intensamente bombardeada en 34 días que duró el conflicto y muchas de las casas alrededor del estadio en el que habló han sido reconstruidas desde entonces.
“Yo anuncio que Bint Jbeil está viva y en pie. El mundo debería saber que Bint Jbeil es orgulloso y se mantendrá en pie contra los enemigos hasta el final”, aseguró. Los enemigos “no tienen ninguna opción salvo rendirse a las naciones y volver a sus hogares iniciales (...) Palestina (...) será liberada”, prometió.
El discurso de Ahmadineyad en Bint Jbeil tiene un fuerte simbolismo. En 2000, el líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, pronunció allí el discurso de la victoria dos días después de que Israel pusiera fin a los 22 años de ocupación del sur de Líbano.