El Gobierno marroquí considera que las circunstancias actuales requieren que se reexamine “el conjunto de las relaciones entre España y Marruecos en todos los ámbitos”, según ha anunciado este jueves el ministro de Comunicación y portavoz del Ejecutivo, Jalid Naciri.
La decisión, adoptada durante el consejo de ministros de este jueves, se ha tomado “tras la resolución adoptada por el Parlamento español que se caracteriza por su hostilidad respecto a Marruecos y contiene párrafos y expresiones antimarroquíes que no pueden ser aceptadas”, explicó Naciri, citado por la agencia oficial MAP.
El Ejecutivo marroquí considera que, con su declaración, el Congreso “se solidariza con los adversarios del Reino ya que se queda muda respecto a la posición de Argelia aunque este país tiene la responsabilidad principal en la viva tensión que padece la región”, añadió el ministro.
En opinión del Gobierno marroquí, prosiguió Naciri, las posturas adoptadas por los partidos políticos españoles están “alimentadas por los viejos complejos hacia Marruecos” y son “totalmente inaceptables”. En este sentido, incidió en que los partidos políticos españoles “ponen una vez más a Marruecos en el corazón de la lucha política interna y en la estela de una carrera electoral desenfrenada con el fin de desviar la atención de la opinión pública española de la profunda crisis económica que atraviesa España”.
Según explicó el portavoz, el Gobierno ha analizado “en profundidad” durante el consejo de ministros, las posturas que han adoptado los partidos españoles y que “en su globalidad se caracterizan por tufos negativos y hostiles, principalmente tras el desmantelamiento pacífico del campamento de Gdim Izik el pasado 8 de noviembre por las fuerzas del orden”.
Rabat lamenta que “el Parlamento español haya preferido condenar a Marruecos en lugar de felicitar a las autoridades marroquíes por la sabiduría y la responsabilidad de la que han hecho gala durante los últimos acontecimientos de El Aaiún que no han provocado ninguna víctima entre los civiles”, insistió el portavoz gubernamental.
Asimismo, echó en cara a los diputados que no hayan expresado “sus condolencias a las familias de las víctimas entre las fuerzas del orden” y que no hayan “denunciado la desinformación deliberada de algunos medios españoles”. Según Naciri, esto “constituye un mensaje que anima a las otras partes a persistir en sus actuaciones irresponsables”.
El Parlamento se reúne este viernes
Por otra parte, la Cámara de Representantes marroquí ha convocado para este viernes por la tarde una sesión plenaria con el fin de “analizar la posición del Parlamento español” después de que este jueves el Congreso de los Diputados aprobara por unanimidad una declaración de condena de los incidentes ocurridos en El Aaiún tras el desalojo del campamento de protesta saharaui el pasado 8 de noviembre.
Según informó la Cámara Baja marroquí en un comunicado, “tras la petición de los grupos parlamentarios”, el presidente de la misma ha convocado “una sesión plenaria el viernes a las 18.00 horas, que estará centrada en el análisis de la posición del Parlamento español respecto a la integridad territorial del Reino”.
El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó este jueves por unanimidad una declaración de condena de los incidentes ocurridos en El Aaiún en la que se anima a “profundizar” en las relaciones con el Frente Polisario y al mismo tiempo señala a Marruecos por las violaciones de derechos humanos y por su negativa a permitir la entrada de periodistas.
En concreto, el texto insta al Gobierno a expresar a las autoridades marroquíes “la preocupación por las informaciones sobre violaciones de derechos humanos” en el Sáhara y aboga por “intensificar y profundizar las relaciones con el Frente Polisario, legítimo representante del pueblo saharaui”.
Igualmente, se apuesta por la “descolonización” del territorio y por la “libre determinación de la voluntad del pueblo saharaui”, y se pide “impulsar una mayor implicación de la comunidad internacional y, en especial, del Grupo de Amigos del Sáhara Occidental, con vistas a alcanzar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable de conformidad con lo establecido en las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas”.
Asimismo, se insta al Gobierno a solicitar a Rabat “que respete el libre acceso de la prensa, los observadores independientes y las organizaciones humanitarias, así como su libre circulación por el Sáhara Occidental”.