PARÍS, 4 (EUROPA PRESS)
La oficina del presidente francés y candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy, ha pedido este viernes que no se dé credibilidad a los “delirios grotescos” de un “antiguo cómplice de Gadafi”, un día después de que el abogado del ex primer ministro libio Al Baghdadi Ali al Mahmoudi denunciara que el derrocado líder libio, Muamar Gadafi, había contribuido a financiar la campaña del actual mandatario galo en las elecciones de 2007.
En un comunicado, la portavoz de Sarkozy, Nathalie Kosciusko-Morizet, ha declarado que “las afirmaciones del ex primer ministro libio contra Nicolas Sarkozy son tan grotescas como lo fue la caída del régimen de Gadafi”.
“¿Cómo creer un solo instante a un hombre que huyó de su país, que le reclama actualmente para que rinda cuentas sobre sombríos casos de corrupción y de desvío de fondos? ¿Cómo dar crédito un solo segundo a las declaraciones de un antiguo cómplice del régimen de Gadafi, dirigidas, qué casualidad, contra el que encabezó a la coalición internacional formada para salvar el pueblo libio?”, manifestó.
“Este intento político de desestabilización a pocos días de las elecciones demuestra una sola cosa: el intento de algunos, hasta el último momento, de pasar por el lodo a Nicolas Sarkozy”, concluyó.
En declaraciones a la prensa, el abogado de Al Mahmoudi aseguró ayer jueves en Túnez que su cliente le había asegurado que “Gadafi financió la campaña electoral de Nicolas Sarkozy”. Al Mahmoudi se encuentra detenido en este país a la espera de su extradición a Libia.
Según esta versión, una carta de los servicios secretos libios, con fecha de 2006 y en la que se contempla el envío de 50 millones de euros para la campaña de Sarkozy, es auténtica. Uno de los firmantes de la carta, según el abogado de Al Mahmoudi, fue el antiguo ministro de Exteriores del régimen libio Musa Kusa, quien en marzo de 2011 huyó a Reino Unido para buscar refugio. El entorno de Kusa ha calificado estas informaciones de “falsas”.
Sarkozy ya ha anunciado acciones legales contra la web Mediapart por publicar el documento, al que también ha restado credibilidad el presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio, Mustafa Abdel Jalil. “No hemos encontrado ninguna referencia a esta carta en los archivos libios”, apuntó ayer.