BELGRADO/PRISTINA, 28 (Reuters/EP)
Serbia ha iniciado una ofensiva diplomática para contestar la independencia de Kosovo, pidiendo a la Asamblea General de la ONU que decida sobre el futuro de su antigua provincia, después de que la semana pasada la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictaminara la semana pasada que la autoproclamada independencia en febrero de 2008 “no violó el Derecho Internacional”.
En un borrador de resolución, el Gobierno serbio reconoce la sentencia de la CIJ pero dice que “la secesión unilateral no puede ser una forma aceptable de resolver cuestiones territoriales”. El Gobierno “pide a todas las partes implicadas encontrar una solución mutuamente aceptable (...) mediante el diálogo pacífico en el interés de la paz, la seguridad y la cooperación en la región”, reza el texto.
La semana pasada, el Gobierno serbio anunció que enviará emisarios a 55 países para evitar que haya más reconocimientos de Kosovo. Además, los embajadores en otras 40 capitales harán lo mismo.
En la resolución, el Gobierno serbio pidió a la Asamblea General de la ONU que introduzca en la agencia de su 66 sesión en septiembre “actividades adicionales tras la adopción de la opinión asesora de la Corte Internacional de Justicia”.
Además, el ministro de Exteriores, Vuk Jeremic, partió este miércoles hacia Estados Unidos para reunirse con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.
KOSOVO TAMBIÉN HARÁ CAMPAÑA
Por su parte, Kosovo también anunció que reanudará su campaña para presionar por su reconocimiento por aquellos países que aún no lo han hecho --sólo cuenta con el reconocimiento de 69-- y para entrar a formar parte de la ONU.
La viceministra de Exteriores kosovar, Vlora Citakum, dijo que Serbia debería abandonar “la mentalidad del pasado y (...) reconocer la nueva situación”. “Reiteramos nuestra oferta a Serbia de cooperar y dialogar sobre cuestiones de interés mutuo, pero Serbia debería saber que la independencia y la integridad territorial son intocables”, señaló a Reuters.