WASHINGTON, 20 (EUROPA PRESS)
El Tribunal Supremo de EEUU ha rechazado por unanimidad (9 votos a cero) el estatus de colectividad otorgado anteriormente a una demanda por discriminación sexual presentada por trabajadoras de Wal Mart, que habría podido llegar a incluir a más de 1,5 millones de mujeres con alguna relación laboral con el líder mundial del sector de la distribución.
La demanda, la mayor jamás presentada por este motivo, podría haber llegado a suponer el pago de miles de millones de dólares en compensaciones e indemnizaciones en el caso de haber salido adelante y habría tenido repercusiones en las políticas laborales de las empresas estadounidenses.
El magistrado Antonin Scalia indicó que la decisión del Tribunal certificaba el error en la concesión anteriormente de tal estatus y señaló que la política oficial de Wal-Mart prohíbe expresamente la discriminación sexual.
Así, la Corte Suprema estadounidense aceptó el principal argumento de la multinacional, que subrayaba que sus empleadas, repartidas entre más de 3.400 establecimientos por todo el país, en diferentes puestos y bajo diferentes gerentes, carecían de suficientes puntos en común como para recibir el estatus de colectivo en su demanda.
De este modo, las demandantes, que acusan a Wal-Mart de pagar menores salarios a sus trabajadoras, así como de discriminar a las mujeres en los ascensos, deberán plantear sus reclamaciones a título individual, ya que el Tribunal no entró a valorar en su decisión lo apropiado de estas demandas.
UN CASO CON DIEZ AÑOS DE HISTORIA.
El caso arrancó el 19 de junio de 2001, cuando seis mujeres, empleadas y ex empleadas de Wal Mart y su filial Sam's Club, encabezadas por Betty Dukes, presentaron una demanda colectiva ante un tribunal federal de San Francisco, que pasaría a denominar la demanda como Dukes vs. Wal-Mart Stores.
En su reclamación, estas mujeres acusaban a la multinacional de “discriminar a sus empleadas en su política de ascensos, asignación de puestos de trabajo, formación y retribuciones”.