Los tres tripulantes de un avión español que permanecieron detenidos en el Chad durante 15 días por su presunta implicación en un caso de tráfico ilegal de menores, ya han regresado a España tras haber sido liberados este viernes por la justicia de ese país africano.
Se trata del comandante del avión de la compañía chárter Girjet Agustín Rey, el copiloto Sergio Muñoz y el auxiliar de vuelo Daniel González, todos ellos detenidos en Chad el pasado 25 de octubre, acusados de “complicidad” en el frustrado traslado a Francia de 103 niños, organizado por la ONG francesa El Arca de Zoé.
Los tres abandonaron este viernes la prisión de alta seguridad en la que estaban recluidos para ir a un hotel de Yamena en el que esperaron un buen rato para su traslado al aeropuerto internacional de la capital chadiana.
Inmediatamente embarcaron en un avión de la Fuerza Aérea Española que les estaba esperando, acompañados del secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León.
León viajó al Chad, donde se entrevistó con el primer ministro de ese país, Nouradine Delwa Kassiré Comakye, antes de emprender viaje de regreso a Madrid con los tres españoles liberados.
Su puesta en libertad ha sido posible gracias a la declaración del presidente de la ONG, Eric Breteau, ante el tribunal que juzga el caso, en la que afirmaba que la responsabilidad de los españoles en el traslado de los niños fue aleatoria.
Alegría y agradecimiento
Las primeras palabras de los tres tripulantes tras abandonar la prisión fueron de alegría y, sobre todo, de alivio porque, como dijo Daniel González, “la pesadilla ha terminado”.
“Sólo tenemos palabras de agradecimiento por todo el apoyo recibido”, afirmó, con lágrimas en los ojos, Agustín Rey.
Los dos pilotos y el auxiliar del vuelo agradecieron los esfuerzos de las autoridades españolas que, desde que se produjo su arresto, no abandonaron las gestiones diplomáticas y políticas para lograr su puesta en libertad.
De hecho, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, realizaron las últimas gestiones desde Chile, donde participan en las sesiones de la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado o de Gobierno que se celebra en la capital chilena.
Desde allí, Zapatero mantuvo una conversación telefónica con el presidente de Chad, Idriss Deby, en la que el jefe del Ejecutivo español le agradeció el trato dispensado a los tres tripulantes españoles, expresó su respeto por la justicia chadiana y se mostró muy interesado por la situación de los 103 niños que motivaron la acusación, según fuentes del Gobierno español.
Zapatero también ha hablado ya con los liberados, al igual que Moratinos, quien fue el encargado de transmitir la noticia de la liberación a cada una de las familias.
En rueda de prensa en Santiago de Chile, el ministro desveló que España ha ofrecido a las autoridades del Chad la financiación de un programa educativo para los 103 niños que iban a ser sacados del país en una operación supuestamente irregular, organizada por la ONG francesa que contrató los servicios de la aerolínea española.
La justicia chadiana sigue investigando esa operación por la que, además de los tres tripulantes del avión, también fueron detenidas las cuatro azafatas, también españolas, tres periodistas franceses y seis miembros de la ONG que preparó el traslado de los menores con vistas a su adopción por parte de familias francesas.
La cuatro azafatas, -Tatiana Suárez, Carolina Jean, Mercedes Calleja y Sara López- fueron liberadas el pasado domingo junto a los periodistas franceses, y regresaron a España en el avión del presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, quien se había trasladado a Chad para recoger a sus tres compatriotas.
Ahora, son los seis franceses de la ONG los que figuran como principales responsables de la trama y los únicos acusados de rapto de menores, que permanecen detenidos junto a otros cuatro chadianos, también implicados en la operación.