MÉXICO DF, 7 (EUROPA PRESS)
Las autoridades del Estado de Chihuahua han anunciado este domingo el traslado de los tres poderes públicos del Estado --judicial, legislativo y ejecutivo-- a Ciudad Juárez para trabajar en la “emergencia pública” decretada por la ola de violencia que en lo que va de año ha dejado más de 230 muertos.
El gobernador del Chihuahua, José Reyes Baeza, dijo que el traslado de los poderes será “por tiempo indefinido, mientras dure la emergencia de seguridad pública que padece la ciudad” y hasta que se pueda concretar la activación del programa social que requiere de unos 3.000 millones de pesos (166.000 euros) que deberán ser entregados por el Gobierno de Felipe Calderón.
Reyes Baeza ha enviado una solicitud forman a los poderes Legislativo y Judicial para que cada uno asuma el proceso legal correspondiente y, a más tardar el próximo fin de semana, comiencen a darles trámite a los asuntos de Ciudad Juárez y se de inicio a una nueva política social.
El Gobierno de Chihuahua ha pedido la presencia de Calderón en Ciudad Juárez, la localidad más violenta de México en la que el año pasado fueron ejecutadas unas 2.657 personas en hechos vinculados con el crimen organizado y la lucha entre cárteles de la droga.
“Los chihuahuenses hemos actuado con lealtad política e institucionalidad acompañando al presidente, y ahora le pedimos que también se solidarice con las familias de los asesinados y con las miles de personas afectadas por la violencia iniciada desde que lo apoyamos en su declaración de guerra al crimen organizado”, expresó.
Reyes Baeza hizo este anuncio en compañía del presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Rodolfo Acosta Muñoz, y el líder del grupo parlamentario del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), Fernando Rodríguez Moreno.
Las demandas del Gobierno de Chihuahua surgen en medio de una conmoción que impera en Ciudad Juárez por la matanza de 16 jóvenes el pasado domingo en manos de un grupo de sicarios --vinculados aparentemente con algún cártel de la droga-- que irrumpió en una fiesta.
Los cárteles de Juárez y Sinaloa mantienen una fuerte lucha por tomar el control de la ruta de la droga que llega a Estados Unidos, dejando sólo el año pasado más de 7.700 fallecidos en México y 2.657 en Ciudad Juárez.