Venezuela va a las urnas con un ojo puesto en Cuba

Más de 17 millones de venezolanos están llamados de nuevo a las urnas este domingo, 16 de diciembre, para elegir a las autoridades regionales, en unos comicios que, sin embargo, están marcados por la salud del presidente, Hugo Chávez, que se recupera en La Habana (Cuba) de una importante intervención quirúrgica a la que fue sometido el martes.

Los votantes deberán elegir a un total de 360 cargos, incluidos 23 gobernadores y 237 diputados regionales, lo que convierte a esta cita en “compleja”, como han reconocido las autoridades venezolanas. Quedan exentos los habitantes de Caracas, que no están llamados en esta ocasión a las urnas porque el Distrito Capital no elige gobernador.

Los electores podrán depositar su sufragio en las más de 36.000 mesas habilitadas en unos 12.700 centros de 23 estados. Los cargos en juego varían en función de cada circunscripción, ya que en 56 de ellas se emitirán tres votos, en 67 serán cuatro, en nueve habrá cinco y los habitantes de un territorio tendrán que pronunciarse hasta sobre seis preguntas distintas.

La campaña electoral para estos comicios arrancó el 1 de noviembre y, durante los últimos dos meses, los técnicos de los partidos y del Consejo Nacional Electoral (CNE) han realizado diversas pruebas del funcionamiento de las máquinas de votación o las infraestructuras. Tras los ensayos, “todos los elementos técnicos, logísticos y operativos están dispuestos”, proclamó el pasado domingo el director de Tecnología de la Información del CNE, Carlos Quintero.

Chavismo contra oposición.

Los comicios vuelven a enfrentar a candidatos del 'chavismo' con una oposición desalentada por su derrota en las presidenciales del 7 de octubre. Chávez se impuso en esos comicios en 21 estados, éxito que su formación, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), espera reeditar este domingo.

La oposición se juega seguir manteniéndose en el Gobierno de siete estados, entre ellos los simbólicos Miranda y Zulia y territorios industriales clave para el desarrollo del país.

En Miranda, el excandidato presidencial de la Mesa para la Unidad Democrática (MUFD), Henrique Capriles, apuesta en la votación su reelección como gobernador. Tendrá ante sí a Elías Jaua, hasta hace escasas semanas vicepresidente y uno de los principales hombres de confianza de Chávez.

Jaua y el resto de candidatos oficialistas han enarbolado como bandera las política socialistas que promueve de Chávez y han hecho de las próximas elecciones regionales un nuevo plebiscito sobre la 'revolución bolivariana'.

El presidente ha recurrido a personas de su entorno más cercano para salvar determinadas candidaturas, como ha sido el caso del ministro de Defensa, Henry Rangel Silva, que ha sido apartado del Gobierno para ser la opción oficialista en un estado donde el candidato original recibía críticas hasta de los partidarios del 'chavismo'.

Asimismo, la oposición ha denunciado la supuesta parcialidad del Consejo Nacional Electoral (CNE), el organismo que debe ejercer de árbitro. Critican, por ejemplo, que decidiese abrir el registro electoral para permitir que algunos oficialistas cambiaran su lugar de votación al estado que buscan gobernar.

Mirando a Cuba.

Chávez escribió en Twitter el 1 de noviembre, cuando comenzó la campaña electoral, que confiaba en “una nueva victoria revolucionaria” del PSUV. Sin embargo, su figura ha quedado relegada en estas últimas semanas a un segundo plano debido al empeoramiento del cáncer que le fue diagnosticado el pasado año.

El presidente viajó a principios de este mes a La Habana para proseguir su tratamiento médico, en el marco de una fase de prevención a la que Chávez restó gravedad en un primer momento. Sin embargo, a su vuelta a Caracas, reconoció que los médicos le habían detectado nuevas células malignas que le han obligado a volver a la capital cubana y a ser operado de nuevo.

Los candidatos del PSUV han dedicado parte de los mítines de la última semana a la salud del mandatario, que por primera vez ha designado un sucesor en caso de que no pueda tomar posesión del cargo de jefe de Estado en enero. Desde el Gobierno, se ha explicado en los últimos días que Chávez evoluciona favorablemente tras la “complicada” intervención quirúrgica, que requiere un postoperatorio largo y complejo.