El alisio provoca en Canarias imágenes espectaculares como los mares de nubes. Precisamente, la técnica del time-lapse (secuencia de fotos unidas para crear un vídeo a cámara rápida) permitió a Fernando Bullón hace más de una década, desde la isla de La Palma, analizar el comportamiento y el movimiento de estas nubes y concluyó que, ciertamente, su comportamiento es similar a las olas del mar.
J. J. González explica a través de su cuenta personal de Twitter que el estratocúmulo (Stratocumulus), conocido como mar de nubes, “tiene asociada una inversión térmica”, en la que la temperatura asciende con la altura “en lugar de bajar, como es lo normal. Esta inversión actúa como una tapadera por ser estable (aire cálido sobre aire frío)” y frena el crecimiento de las nubes.
El investigador explica que, sin embargo, los estratocúmulos lo intentan “al llevar asociadas pequeñas corrientes de aire ascendentes que empujan la tapadera (inversión térmica), provocando una perturbación en esta, que se propaga en forma onda a lo largo de toda la región donde exista esa tapadera”.
Algo similar ocurre en el mar, donde dicha tapadera vendría a ser “el cambio de densidad entre el mar y el agua”. En este caso, González explica que el fenómeno “no estaría asociado a una inversión térmica, sino a la diferente naturaleza de los fluidos. Y la perturbación la crea el viento que incide sobre el mar”.
La inversión térmica, al igual que la superficie del mar, “actúa como una red o tela, donde se propagan las perturbaciones creadas en forma de ondas”, concluye.