Desde Sí se puede La Gomera creen que una conjunción de factores naturales y socioeconómicos da lugar a un escenario propicio para la producción, cada vez más frecuente, de grandes incendios, como el ocurrido en 2012.
Rubén Martínez Carmona, candidato de Sí se puede al Cabildo de La Gomera, considera que ante este nuevo escenario, la actual política de lucha contra los incendios es completamente ineficaz, como quedó más que demostrado primero en 2008 y después 2012.
“Por eso proponemos reorientar el actual modelo centrado en la extinción, hacia una política de prevención integral, inspirada en el principio de que los incendios se apagan en invierno, actuando sobre las causas que los motivan y así evitar que se produzcan”, explicó Martínez.
Sí se puede La Gomera ha reflexionado muchísimo sobre este enorme y complejo problema, y plantea realizar medidas contundentes y contrastadas, como poner en marcha planes de revitalización agrícola y cinturones de seguridad agrícolas, especialmente en las zonas periféricas del monte.
El candidato considera que “no podemos quedarnos quietos esperando a que se vuelvan a dar la condiciones para otro gran incendio, y luego lamentarnos amargamente de las consecuencias”.
Para ello, desde esta formación se plantean fórmulas innovadoras de gestión del territorio y los recursos, como es la custodia del territorio, con apoyos diferenciados para los agricultores, ganaderos, silvicultores, colectivos y otros gestores privados del territorio que practiquen una gestión sostenible del mismo.
Igualmente consideran importante avanzar hacia una gestión pública directa de los servicios de prevención y extinción, para garantizar una mayor estabilidad y calidad de los mismos. En este sentido ven imprescindible una mejora en los medios y su coordinación, así como aumentar el presupuesto de prevención y extinción, porque a la larga ya se ha comprobado que sale mucho más barato invertir en prevención que gastar a toda prisa intentando apagar.
El amplio programa electoral de Sí se puede en esta materia, plantea medidas como promover una gestión efectiva, continuada, coordinada y corresponsable del exceso de material combustible, el aprovechamiento sostenible de la biomasa (por ejemplo con una campaña piloto de gestión forestal privada responsable), que las empresas propietarias de los tendidos eléctricos actúen correctamente, fomentar la concienciación social, la colaboración ciudadana y la resolución o atenuación de los conflictos, o el control urbanístico y los planes de emergencia, entre otras.