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Una turista se salta la prohibición y se da un baño en los Jameos del Agua, el tercer incidente de este tipo en un año

Un vídeo publicado en redes sociales ha vuelto a desatar la indignación entre la población canaria. En las imágenes se observa cómo una turista se salta la prohibición y decide darse un baño en los Jameos del Agua, en Lanzarote. Este espacio natural fue creado en el interior de un túnel volcánico por el artista César Manrique, y forma parte de los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT) de la isla.

El consejero delegado de los CACT, Benjamín Perdomo, ha explicado que el Cabildo no tenía constancia de este suceso y que los trabajadores no vieron a la turista, que entró y salió de la piscina con rapidez. Aun así, lamenta que sea la tercera vez en un año que un turista se baña en este lugar protegido. Por esta razón, Perdomo asegura que la corporación insular se está planteando poner seguridad en este museo. En especial, en verano, que es cuando recibe mayor afluencia.

Preguntado por las sanciones que se imponen a los visitantes que vulneran las normas de los centros, Perdomo afirma que uno de los turistas que se bañó en los Jameos fue denunciado. “La Policía le pidió la documentación y pudo ver dónde se estaba alojando. Se le abrió un expediente y tendrá que pagar una multa entre 600 y 3.000 euros”, apunta.

Por otro lado, respecto al turista francés que se bañó en el lago de los Jameos, el consejero delegado recuerda que fue identificado, que Medio Ambiente presentó una denuncia y que ahora se le está intentando localizar en su país de residencia.

Este último caso fue aún más grave, puesto que el hombre no se bañó en la piscina, sino en el lago en el que habita una especie endémica en peligro de extinción y de interés científico: el cangrejo ciego (Munidopsis Polymorpha). Benjamín Perdomo recuerda que el centro está repleto de señalizaciones que reflejan la prohibición de bañarse y critica la falta de civismo de algunos visitantes. En el lago no solo está prohibido bañarse, sino también lanzar monedas u objetos, puesto que son peligrosos para el cangrejo ciego.