El buque oceanográfico Ángeles Alvariño, del Instituto Español de Oceanografía (IEO), tiene previsto llegar a La Palma el domingo, 17 de octubre, por la noche para dar continuidad a la monitorización del impacto de la lava procedente del volcán en Cumbre Vieja en el medio marino. Antes, pasará por El Hierro para recuperar el instrumental que lleva instalado en el interior del cráter principal del volcán submarino Tagoro desde hace cinco meses registrando la actividad gracias a un geófono y un hidrófono y midiendo en el agua circundante parámetros como la temperatura, conductividad, presión, turbidez y pH.
Esta maniobra se realizará gracias al uso del vehículo submarino no tripulado ROV Liropus 2000 que, además, irá equipado de sensores que permitirán tomar muestras de agua y gases en los puntos de emisión del volcán, que continúa en fase de desgasificación una década después del comienzo de la erupción, detalla el IEO en una nota.
En La Palma, dará continuidad a la toma de muestras de agua para la caracterización físico-química y biológica del ecosistema marino en toda la columna de agua y al cartografiado del avance del delta de lava en el fondo marino, el cálculo del volumen de lava en el océano y la identificación de posibles estructuras submarinas asociadas a la actividad del volcán. Además, utilizará el Liropus 2000 para instalar el fondeo oceanográfico recuperado en El Hierro a una distancia prudencial respecto al frente de avance del delta lávico, para evaluar el grado de afección del ecosistema bentónico (aquel que vive ligado al fondo marino) por la entrada masiva de lava, tomar muestras de agua, rocas y corales en el entorno, así como imágenes de alta definición del avance de la colada.
El Ángeles Alvariño ha partido este miércoles del puerto de Santa Cruz de Tenerife con un equipo de 20 científicos y técnicos a bordo. La expedición está liderada por el IEO en colaboración con el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), el Instituto Andaluz de Ciencias Marinas (ICMAN) y las universidades de Salamanca, La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria.
Por las noches, llevarán a cabo los trabajos para la caracterización fisiográfica, morfológica y estructural de los fondos marinos mediante el uso de las ecosondas del buque. Estos estudios con ecosondas permitirán identificar estructuras de deformación como fallas, rifts volcánicos o abombamientos; focos de emisión hidrotermal en el fondo; o depósitos sujetos a movimientos gravitacionales como avalanchas y deslizamientos, entre otros, explica Juan Tomás Vázquez, geólogo marino del IEO. Además, el equipo científico cartografiará diariamente el avance de la colada para estudiar así, junto a científicos del IGME, el avance del delta de lava y el cálculo del volumen de materiales que llegan tanto al limite de la plataforma como al océano profundo a través de cañones submarinos.
Antes que el Ángeles Alvariño, que en su día monitorizó la erupción del Tagoro y más recientemente intervino en la búsqueda de las niñas Anna y Olivia, otro buque del IEO, el Ramón Margalef, siguió desde el mar la evolución de las coladas del volcán de La Palma y realizó análisis sobre su impacto en el medio marino. Fueron diez días de trabajo ininterrumpido en los que el equipo científico a bordo caracterizó las propiedades físico-químicas y biológicas del agua y la geomorfología del fondo antes y después de la llegada de la colada. En total, recogieron cerca de 3.000 muestras de agua de mar que suponen más de 500 litros, desde la superficie hasta los 1.200 metros de profundidad y, algunas de ellas, a escasos metros de la colada gracias al uso de drones pilotados por el equipo SeaDrone del ICMAN, que permitieron además analizar la temperatura superficial del agua alrededor del delta de lava gracias a una cámara térmica.
Además, el equipo de geología marina realizó una caracterización del fondo marino de la zona occidental de la isla de La Palma antes y después de la llegada de la lava. Para ello, se cartografiaron cerca de 30 hectáreas en diferentes áreas con ecosonda multihaz y se obtuvieron muestras del fondo con dragas de roca.
Este estudio aportará información complementaria sobre el desarrollo del episodio eruptivo en la isla de La Palma, permitiendo tener una imagen más completa del funcionamiento del sistema volcánico de la isla y generar conocimiento científico a partir del cual se pueda contribuir a mejorar los sistemas predictivos y de alerta temprana.