Gara Acosta nació en 1990, una joven con origen palmero, cuyo padre es Domingo Acosta Felipe, poeta de Santa Cruz de La Palma, y su madre Esther P., una la fotógrafa amateur de Villa de Mazo. Nieta de alguien a quien admiré mucho, Domingo Acosta Pérez. Gara que hace poco expuso su obra en la Sala O´Daly, exposición que pude ver, crea una especie de arte empático, expresivo, el arte de contar cosas, las que realmente importan. Unas temáticas muy actuales y necesarias para una sociedad que parece romperse a trozos. Es vital que los jóvenes se preocupen por plasmar la violencia machista, la importancia de la salud mental, porque al final el testigo o relevo está en sus manos. Y les pertenece el futuro. A mí en este caso me corresponde presentar a estos artistas, que vienen con fuerza, de hecho, su hermano Romén Acosta ha expuesto sus acuarelas en la Sala O’ Daly recientemente. Toda una familia de artistas a la que le deseo muchísima suerte. Gara, bienvenida a mi Chester.
¿Cuándo comienzas a exponer tu obra?
Como muchos artistas comencé a exponer mi trabajo en cafeterías y locales, actividad que aún realizo de vez en cuando por el placer de acercar mi arte a la calle. Poco a poco comencé a llegar a espacios dedicados de manera más profesional y específica a las artes, de forma que actualmente llevo cerca de medio centenar de exposiciones en sala entre individuales y colectivas.
Es curioso ver cómo incluso desde los comienzos, diría que en el 2011 cuando recién empezaba mi Grado en Creación y Diseño (UPV,2020) mi interés ya estaba focalizado en algunas áreas que se han repetido a lo largo de mi carrera artística como son la violencia contra las mujeres, participando de forma activa en ‘Andre ta Jabe’ (2014) un programa que denunciaba el machismo en el cual varios artistas intervenimos algunas piezas que posteriormente fueron expuestas en La Alhóndiga (Bilbao), así como la salud mental y la intervención y reutilización de materiales.
Te interesa mucho el tema de la violencia machista. ¿Cómo se ha desarrollado la obra en torno a una temática tan importante?
Volvería a trabajar sobre las violencias machistas, en mi primera exposición individual en sala ‘Mujer: entre la incógnita (X) el porno (XXX)’ (Fleming, 2019), proyecto que resultó premiado en la edición de Jóvenes Puntales. Actualmente, y a partir del mismo proyecto lo reconvertí en la exposición ‘Objetos de consumo’, que en este momento estoy ‘itinerando’ y que narra todas esas violencias a las que nos exponemos por el simple hecho de ser mujeres (agresiones sexuales, explotación sexual y reproductiva, estereotipos sexistas…). Sin embargo, es un tema en el que sigo formándome y trabajando, asistiendo a cursos y jornadas y ya en proceso de una nueva exposición que visibiliza y denuncia la violencia sexual en específico a través de las narrativas ficticias de veinticuatro mujeres que presento de forma en la que podemos identificarnos o empatizar y que nos hablan desde la sumisión química, el abuso sexual infantil o el stealthing.
La salud mental, otro pilar muy importante que forma parte del arte que creas.
La salud mental es otro de los temas que han sido un pilar para mí, la pintura y el arte en general me parecen en muchas formas no solo un medio comunicativo sino también expresivo, casi catártico. Por ello muchas veces creo que tiene el poder de transmitir en un lenguaje plástico lo que a veces no sabemos ponerle nombre. En mi proyecto expositivo ‘Estigma’ (seleccionado como uno de los Proyectos de Creación Artística del ICDC, 2021) y que también estoy ‘itinerando’, describo a dos voces, una plástica y otra literaria, mis propias vivencias en el área de salud mental: el vacío, el bullying, la disociación, la ansiedad o incluso la autolesión.
Un tema que también recojo en mi álbum ilustrado ‘Cautiva’, el cual fue mi trabajo fin de grado (2020) y que actualmente estoy intentando publicar.
Mi curiosidad también me ha llevado a seguir formándome en esta área asistiendo a jornadas y cursando el grado de Psicología por la UNED.
¿Con qué tipo de materiales trabajas?
En mis obras aparecen desde trozos de espejos rotos, puzles, cintas de cassette, señalética o incluso una cabina telefónica, ya que siento que los materiales aportan además de la propia técnica, color o pincelada, énfasis o contenido a lo que estamos queriendo comunicar.
Mis obras han podido verse expuestas tanto en gran parte de nuestro archipiélago (Tenerife, Gran Canaria, La Palma, Lanzarote y Fuerteventura), así como en la península (País Vasco, Madrid) como abriéndose camino en Europa (Suiza).
Alguna reflexión, pensamiento en alto para cerrar este Chester…
Para mí crear más que una elección es una necesidad, una especie de pulsión vital. Me siento amputada cuando no puedo crear.